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Campo de cereal próximo a la capital segoviana, en una imagen tomada ayer jueves. / El adelantado

Segovia recogerá este año más de 407.800 toneladas de cereal, una cantidad superior a la del año pasado. Así lo estiman desde la Junta de Castilla y León, que puntualizan que en la situación actual es previsible una cosecha superior a la media, aunque inevitablemente, la producción final dependerá de la presencia de lluvias y temperaturas suaves en lo que resta de mayo y durante junio.

En este primer avance de producción, se estiman 6.178.000 toneladas de cereal en toda la Comunidad. Esto supone un 3 % más que la cosecha media de los últimos diez años. De esta producción, 3.147.000 toneladas corresponden a trigo y 2.405.000 toneladas serán de cebada.

Las mayores producciones se localizan en Burgos, con 1.558.000 toneladas, Valladolid, con 1.015.000 toneladas, y Palencia, con 976.000 toneladas. Segovia, con 407.800 toneladas, solo supera a Ávila en cantidad total.

La campaña de este año comenzó con un mes de octubre extremadamente cálido en la mayor parte de la Comunidad, y muy seco, con un déficit de precipitación del 80 % respecto a la media mensual, que afectó a las siembras. En noviembre continuó la falta de lluvias, que fueron un 50 % inferior a las habituales. Diciembre fue un mes de temperaturas normales y precipitación desigual. Esto llevó consigo un retraso en el desarrollo del cultivo. Enero fue un mes cálido, con temperaturas medias por encima de lo esperado y con lluvias normales en gran parte de Castilla y León. No hubo déficit de precipitaciones respecto a un mes normal.

El invierno siguió con un febrero muy frío y húmedo. Las precipitaciones de ese mes han sido un 45 % por encima de lo habitual, si bien todavía no compensaron el déficit del año hidrológico. Esta situación se extendió a marzo, que fue muy frío, muy húmedo, ventoso y con muchos días de nieve, especialmente en las provincias de Segovia, Soria y León. La precipitación recogida en el mes equivale a la que se registra de promedio en el primer trimestre del año, lo que ha compensado el déficit hídrico del año. El resto del año ha sido cálido y húmedo, con un 40 % más de agua. Las abundantes lluvias de 2018 han permitido una mejora notable en el desarrollo del cultivo y han permitido un ahijamiento normal. Estas buenas condiciones han facilitado una fase de encañado adecuado y por lo tanto unas buenas condiciones para el espigado.

La superficie de cereales grano se presenta esta campaña con 1.883.000 hectáreas, un 3 % más que el año pasado.