La convivencia entre la ganadería y los lobos sigue siendo complicada. En un año en el que se han conocido nuevas cifras récord en el número de ataques en la provincia de Segovia, además los ecologistas han conseguido que se paralice su caza al norte del Duero, donde estaba permitido abatirlo con control cinegético.

El director general de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, el segoviano José Ángel Arranz, considerado que actualmente «el único problema» del lobo al Sur del Duero son los daños a la ganadería, pues ha destacado que en lo que va de 2018 se han registrado cifras «de récord» con cerca de 2.000 ataques en las provincias de Ávila y Segovia. El representante de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha intervenido esta semana en el Parlamento Europeo en una jornada titulada ‘Defensa del Pastoralismo, hacia un plan de conservación del lobo en Europa’, promovida por varios europarlamentarios.

En su intervención, destacó el estado «favorable» de la conservación del lobo ibérico en Castilla y León y se refirió al caso del Sur del Duero, donde «no tienen ningún problema de conservación», pero reconoció que el problema en su gestión son «los daños que hace a la ganadería». De hecho añadió que los daños que causa este cánido son «cada vez más preocupantes» e incluso este año se «baten todos los récords» en Ávila y Segovia, con casi un millar de ataques de lobos registrados en la provincia abulense y una cantidad «muy próxima» en la segoviana.

José Ángel Arranz recordó que al norte del Duero la población se ha extendido y ha sobrepasado el río, lo que ha dado lugar a una «situación legal muy complicada» porque al Sur es una especie estrictamente protegida, lo que «complica» su situación. Por ello, el director general subraya que la gestión de la especie, en opinión de la Junta, debe pasar por medidas preventivas, por parte de los ganaderos, indemnizar adecuadamente los daños, «pero lo más importante es tratar de evitarlos y, cuando no pueda haber otras medidas, controlar esta especie al Sur del Duero con cierta nrmalidad».

Arranz añadió que los representantes del resto de estados miembros han puesto ejemplos de «la dificultad de controlar esta especie que radica principalmente en su problemática con la ganadería extensiva y en tratar de controlar estos daños».

Díaz de Mera: “Es precisa una regulación europea adecuada”

En la reunión de Bruselas, el eurodiputado castellanoleonés del PP Agustín Díaz de Mera pidió este martes «altura de miras» para resolver «la problemática del lobo que afecta cada vez más al espacio rural de la UE y específicamente de Castilla y León», y que «amenaza seriamente a los ganaderos».
Díez de Mera apostó por modificar de «manera puntual» la Directiva Hábitat en términos de adición, sustitución y supresión y para ello entiende que «hace falta voluntad política, la iniciativa legislativa de la Comisión, negociaciones y acuerdos con el Consejo». «Soy receptor comprometido de quejas justificadas de ganaderos. (…)Estamos hablando de un enorme espacio rural donde es fundamental el sector agrícola y ganadero, y evitar que el lobo acabe expulsando al ganadero de su medio natural».
Según los datos de Díaz de Mera, en su provincia, Ávila, es la más atacada con una tendencia al alza, ya que se han duplicado en lo que va de año 2018 los 273 ataques registrados en todo 2017.

Los cazadores alertan del aumento de los ataques al ganado

La Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) ha considerado «imprescindible» que la Junta de Castilla y León resuelva «lo antes posible» la situación generada por la resolución del Tribunal Superior de Justicia que anula de forma cautelar la gestión cinegética de las poblaciones de lobo en esta Comunidad.

Según dicen, esta decisión afectará a la temporada 2018/2019, que en el caso del lobo comenzaría en septiembre y recuerdan que los informes científicos demuestran que el lobo mantiene estables sus manadas en Castilla y León a lo que se suma que en algunas zonas se encuentra en expansión, por lo que la propia Administración está impulsando en Europa la flexibilización de los controles poblacionales al sur del Duero. Para la ONC, si se mantiene esta decisión judicial habrá un «brusco repunte» de las poblaciones de lobo en el medio natural, «con un incremento de daños a la ganadería y un mayor rechazo social a esta especie animal.