El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó ayer que desde la Junta se seguirá reclamando al Gobierno de España un mayor control de las manadas de lobos para evitar daños a las explotaciones ganaderas de extensivo, como la ocurrida esta semana en Espirdo y de la que dio cuenta ayer este periódico.
Con motivo de su participación en Segovia, el consejero se refirió al “conflicto” entre la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España sobre la inclusión del lobo como especie protegida. Y recordó que desde el Parlamento Europeo se ha respaldado la posición de Castilla y León de aumentar las posibilidades de control de las manadas. Además dijo que desde la Consejería de Medio Ambiente se va a seguir apoyando con ayudas a los ganaderos afectados por los ataques, y valoró la posibilidad de tomar medidas que reduzcan el número de incidentes, que en Segovia siguen creciendo cada año.
También se refirió al censo que se está elaborando en estas fechas para conocer con más exactitud el número de ejemplares que existen.
Suárez Quiñones matizó que la responsabilidad de llevar un censo de esta especie corresponde a la Administración central, pero que desde la Consejería de Medio Ambiente se está realizando, puesto que lleva diez años sin actualizarse ese censo nacional.
El consejero recordó que son cuatro las comunidades autónomas que mantienen la misma idea sobre la gestión del lobo y que acogen al 98 ciento los animales: Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León.
Según dijo, las cuatro regiones mantienen el convencimiento de que la población de lobos sigue al alza “de forma muy relevante”, mientras que el Ministerio para la Transición Ecológica argumenta que es una especie en retroceso. “Nosotros hemos dicho todo lo contrario, y mandamos a la Unión Europea información suficiente sobre nuestros recuentos donde aparecen mayor número de manadas y en ascenso en nuestros territorios”, además de que la responsabilidad “de hacer recuentos es del Gobierno de España, que no los ha hecho”. “Es un supuesto equivocado el del Gobierno de España y con él ha elaborado una orden ministerial con la que nos quita la gestión de la especie”, criticó.
“No sólo está en juego la permanencia de la ganadería extensiva, también la pervivencia de la población de la población rural, y esta gestión es un palo en la rueda muy importante, que además ha venido de un ministerio que tendría que luchar por lo contrario, por el retorno de la población”.