Las marmitas se vaciaron por minutos fruto de la masiva presencia de comensales que participaron en la judiada, que regresó a las fiestas de La Granja. / KAMARERO
Las marmitas se vaciaron por minutos fruto de la masiva presencia de comensales que participaron en la judiada, que regresó a las fiestas de La Granja. / KAMARERO

Una “comida de amigos” capaz de reunir a cerca de 10.000 personas es mucho más que una mera reunión social. El espíritu con el que hace 47 años surgió la ‘judiada’ de La Granja mantiene este carácter familiar que convierte a este evento enmarcado en las fiestas de San Luis en el más multitudinario y popular del panorama festivo de la provincia y uno de los  de mayor importancia  en todo el territorio nacional; y así lo demostró dos años después del parón obligado por la pandemia reuniendo ayer a casi 9.000 personas en la Pradera del Hospital para disfrutar del contundente y delicioso guiso con el judión de La Granja como protagonista.

Había ganas en el Real Sitio de recuperar esta ya inveterada tradición. Prueba de ello es que decenas de granjeños prolongaron la noche de fiesta para asistir  a las siete de la mañana al espectacular encendido de las 18 marmitas en las que dos horas antes, el equipo de la Asociación de Cocineros de Segovia había preparado los ingredientes antes de su cocción.

El alcalde Samuel Alonso y la reina y damas de las fiestas encendieron la traca cuya chispa sirvió para prender la leña bajo las inmensas ollas, y de esta manera comenzar el lento cocinado de los judiones, con varias horas a fuego lento cuidado con mimo por los profesionales de la hostelería.

¿La receta?. Muy simple. Ignacio García –portavoz y alma mater de este evento en su parte culinaria- recita de memoria los ingredientes del pantagruélico menú: 1.123 kilos de Judión Marca de Garantía, 500 kilos de chorizo, 500 kilos de oreja y careta de de cerdo, a los que hay que sumar huesos de jamón, ajo, aceite de oliva, cebollas y laurel empaquetadas en una redecilla individual para las 18 marmitas. Una vez en la olla, sólo queda añadir la “paciencia y el cariño” que los cocineros ponen durante toda la mañana para que el guiso contente a todo el mundo, que se complementa con pan, agua y una deliciosa raja de melón, cuyo frescor es muy agradecido en una jornada habitualmente calurosa.

Tras casi siete horas bajo el fuego, los cocineros dan el visto bueno al resultado y comienza así el protocolo para comenzar el reparto de las raciones. Así, el alcalde, con la reina y damas de las fiestas son los primeros en probar los judiones para ser fedatarios del excelente trabajo de los cocineros, y después, el Ayuntamiento de La Granja entregó  un obsequio a Nicolás Fernández y Antonio Rodríguez en agradecimiento a su desinteresada colaboración con la judiada a lo largo de los años.

El disparo de los tres cohetes pasadas las 14,35 horas anunciaba la apertura del reparto de las raciones, que de forma ordenada y bajo la batuta (o remo) de César Gutiérrez fue discurriendo ante la marmita. Así, la larga fila de comensales que aguardaban sus raciones llenaba el perímetro de la pradera, pero la agilidad en el reparto y la coordinación entre cocineros y voluntarios agilizaron el reparto; e incluso el propio alcalde se remangó para colaborar repartiendo la fruta a la salida del recinto.

La música de la dulzaina y el tamboril amenizó gran parte de la jornada, y aunque muchos de los comensales decidieron llevarse el menú a sus hogares o peñas, otros tantos aprovecharon la sombra de los árboles de la pradera y sus inmediaciones para compartir mesa y mantel en torno al judión, disfrutando de una agradable jornada que sirvió para reponer fuerzas tras los intensos días de fiesta.

Esta edición de La Judiada también supuso el regreso de la invitación a los niños y niñas saharauis y a sus familias de acogida para sumarse a este evento gastronómico, pero en su caso, los judiones obvian el acompañamiento de carne de cerdo por cuestiones religiosas y lo cambian por almejas.

Las damas y el alcalde de La Granja fueron los primeros en probar el guiso de la mano de Ignacio García. / KAMARERO
Las damas y el alcalde de La Granja fueron los primeros en probar el guiso de la mano de Ignacio García. / KAMARERO

Cosecha incierta

En el aire, la preocupación por la edición de 2023  se hacía patente no sólo entre los cocineros, sino también en los responsables políticos de La Granja. La sequía de este año ha perjudicado sensiblemente la cosecha , e Ignacio García aseguraba que ”estamos un poco preocupados por el año que viene, no sé dónde vamos a encontrar judiones porque este año la temperatura está tan gigante que los ha machacado”, ha lamentado el cocinero, que calcula una reducción de más de la mitad en la producción.

Pero si algo ha demostrado la pandemia es la capacidad de resiliencia de los granjeños, que han hecho tabla rasa de dos años de sequía festiva para  poner todo su empeño en que las fiestas de 2022 salgan lo mejor posible, y el año que viene será así también “aunque tengamos que comer raciones menos llenas de judiones”, aseguraba un cocinero.

El judión une a políticos y autoridades

El sentimiento de amistad que emana de la judiada de La Granja parece extenderse a la clase política y a las autoridades locales y provinciales, que hacen un hueco en sus agendas institucionales o roban tiempo a sus vacaciones para estar presentes en esta fiesta gastronómica.

Con el alcalde del Real Sitio como anfitrión, por la Pradera del Hospital pasaron la práctica totalidad de representantes políticos e institucionales. Desde el PSOE, el secretario regional Luis Tudanca se enfundaba el pañuelo rojo de las fiestas y compartía mesa y mantel con la alcaldesa de Segovia Clara Martín, los procuradores regionales José Luis Vázquez y Alicia Palomo, el portavoz socialista en la Diputación Máximo San Macario y un nutrido grupo de alcaldes del alfoz. entre los que se pudo ver a los de Torrecaballeros Rubén García y Trescasas Borja Lavandeira entre otros.

El Partido Popular también tuvo una amplia representación encabezada por su secretario regional Francisco Vázquez, junto a la senadora y presidenta provincial del Partido Paloma Sanz, el procurador regional José Luis Sanz Vitorio y el portavoz popular en el Ayuntamiento de Segovia Pablo Pérez junto a varios ediles del grupo.

Vox también se sumó a la iniciativa popular y el diputado en el Congreso Rodrigo Jiménez Revuelta hizo gala de su condición de granjeño acompañando a la procuradora por Segovia de su partido Susana Suárez.