Fin de campaña para los resineros de la provincia de Segovia con aumento de producción y precios

Temporada desigual Aunque al comienzo del verano hubo una buena productividad por árbol, el exceso de calor afectó mucho a la recogida

cabezuela paulino calvo pinar resina
Imagen de archivo de un resinero trabajando en un pinar, con el antiguo sistema de utilizar la azuela para desroñar el árbol.

La campaña de la resina de este año en Segovia se encuentra en sus últimos días de recogida. La temporada se caracterizará por un aumento de la producción global y un precio más alto que en campañas anteriores. Sin embargo, aún está por ver hasta qué punto se ha conseguido que haya sido un verano rentable.

Varios resineros consultados coinciden en destacar que la campaña comenzó bien gracias a las lluvias registradas durante la primavera. Ayudaron a que los árboles tuvieran disponible la humedad suficiente para producir resina. Sin embargo, con el avance de los días, tanto la última parte de la primavera, en el mes de mayo, como durante todo el verano, la climatología se volvió adversa, con temperaturas muy altas y ninguna precipitación. De este modo, los pinos pasaron de registrar una producción muy aceptable al comienzo de la temporada, a bajar en picado en las últimas fechas al quedarse prácticamente secos.

Desde la Asociación de Resineros, su presidenta, Francisca Jurado, asegura que aún es pronto para conocer el balance de la campaña. El colectivo tiene pendiente de celebrar una reunión para intercambiar impresiones y establecer criterios comunes.

También coinciden los resineros segovianos en que el precio que han recibido por parte de las fábricas a las que han vendido, ha sido más elevado, con una media de cerca de un euro y medio el kilogramo de resina, lo que supone un alza respecto al año pasado.

La actual campaña arrancó tras haber atravesado un año 2021 nefasto para los resineros, con poca producción y bajos precios. De ahí que este año haya crecido la demanda y se haya subido el precio.

En la provincia de Segovia se calcula que trabajan unos 450 resineros, de modo que es la provincia con más profesionales, seguida de Soria, que apenas llega al centenar.

Futuro incierto
En opinión de Fernando Julián Martín, promotor e investigador de la extracción resinera, el precio de la resina no debería estar condicionado por los mercados internacionales. De ser así, las grandes fábricas marcarán a los resineros el valor que resulte rentable para el procesado. Las importaciones pueden hundir la resina española si es más económico traerla de otros países.

En este sentido, este peguero, que lleva más de diez años investigando métodos de extracción y gestión más cómodos, se centra ahora en lograr mercados alternativos que aporten un valor añadido a la resina que se produce aquí.

Desde su empresa Driada Vida, trabaja en la elaboración de cervezas, vinos o aceites enriquecidos con resinas; y a los que aplica la trazabilidad que requiere todo producto alimenticio. Pero su actividad vinculada a la resina también abarca la elaboración de joyas o ambientadores.

La resina tiene un mercado al que aún le queda mucho recorrido. El propio director general del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, el segoviano José Angel Arranz, asegura que más de la mitad de los pinos resineros de la región no están siendo aprovechados, por lo que la Administración autonómica sigue buscando que la rentabilidad de esta actividad mejore. Está convencido de que aprovechando sus resinas los pinares se podrán defender mejor ante los incendios y cubrir el mercado interno, que es aún insuficiente.

Ésta fue una de las conclusiones que se marcaron en el simposium que tuvo lugar en Segovia, hace menos de un mes, los días 1 y 2 de septiembre, donde se dieron cita científicos universitarios, técnicos de centros de investigación, propietarios forestales, empresas de transformación de la resina y profesionales resineros.

En la jornada se presentaron algunos resultados de los estudios que elaboran las distintas empresas que operan en Segovia procesando la resina. Toman como parámetros el modo de extracción o la zona de producción, para establecer su influencia en la calidad final del producto.

También señalaron en el encuentro profesional la conveniencia de compartir avances que garanticen una actividad muy importante en la gestión del territorio, generadora de puestos de trabajo y fundamental para crear oportunidades de bioeconomía.

Bajo el título ‘El sector resinero nacional: un oficio profesional, innovador y de calidad’, quedó patente que actualmente la resina pertenece a un mercado “volátil y poco predecible” para el cual se deben plantear soluciones que mitiguen los efectos de esta inestabilidad sobre el resinero, receptor y amortiguador de estos vaivenes.

Sobre la situación de los resineros en la provincia de Segovia se hizo hincapié en problemas como la pequeña superficie de propietarios privados, que dificulta la gestión de este aprovechamiento. Como solución se erige la necesidad de crear asociaciones de propietarios de pinares. Otro de los problemas que debe afrontar el sector es el de hacer compatible la explotación maderera con la extracción de la resina. Una vez más se demuestra que no hay pérdida de calidad estructural en la madera resinada. La reducción de riesgo de incendios, la fijación de población rural y la reducción de emisiones al sustituir derivados del petróleo por resina natural de pino son algunos de los beneficios directos de la actividad resinera.

Coca panoramica Luresa ResinasLas nuevas tecnologías se ponen al servicio de la explotación forestal

El grupo de trabajo Goresinlab analiza distintas variables para establecer correlaciones entre las condiciones atmosféricas de varios pintos y la producción final, entre otros objetivos

Varias iniciativas continúan tratando de avanzar en la modernización del sector resinero, y la investigación forma parte de la actividad forestal.

En esta línea trabaja el grupo Resinlab, que desde este verano lleva a cabo una investigación en una parcela soriana de experimentación, donde se mantienen colocados sensores para la monitorización de variables en la producción de la resina en Pinus pinaster.

En total cuatro pinos están siendo analizados con varios sensores que miden de manera continua la temperatura, humedad, flujo de savia, variaciones de crecimiento y presión de resina. Esta instalación ha sido ejecutada por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid junto con un resinero responsable de la parcela de ensayo en la localidad de Tardelcuende, bajo la supervisión de la Fundación Cesefor, coordinador del conjunto de parcelas de ensayo a nivel nacional.

Estas instalaciones de sensores también están siendo replicadas en otras parcelas “laboratorio” de Guadalajara, Cuenca y Extremadura que forman parte del mismo grupo Resinlab.

El objetivo principal de estos experimentos es “asegurar la sostenibilidad del aprovechamiento en distintos escenarios climáticos. Con ello, se observará cómo esas variables oscilan a lo largo de la campaña de resinación, como se ve afectada la fisiología de la planta (su crecimiento, el movimiento de la sabia o su presión de resina, en resumen, su “estado de salud”) por el clima (temperatura y humedad) y por la propia herida que se realiza para extraer la resina.

Un segundo objetivo es establecer relaciones entre la presión y producción de resina y el resto de variables, ver si se observan correlaciones que puedan establecer cuando la planta produce más y porqué, a lo largo de la campaña”, según explica Aída Rodríguez coordinadora del grupo operativo y coordinadora de proyectos en la Fundación Cesefor.

Los resultados obtenidos en estas experimentaciones permitirán ajustar distintas variables del aprovechamiento resinero, como la duración de la campaña o el periodo entre picas a la situación fisiológica de la planta. “De esta manera se optimizarán los rendimientos y se controlará el nivel de estrés de la planta. Siempre asegurando el buen estado de la masa y la sostenibilidad del aprovechamiento”, aclara Aída Rodríguez.

Por otro lado, existen pocos estudios actuales sobre la variable producción de resina desarrollados con la tecnología disponible en ese momento y los que hay están vinculados a la agronomía. “Este proyecto pretende completar un vacío en la investigación aplicada al sector forestal y, más concretamente, al de un aprovechamiento tradicional como es la resina”, afirma la coordinadora.