
El pasado fin de semana fue la cita de los aficionados a la micología de la zona en Cuéllar con la celebración de las XXII Jornadas Micológicas, una propuesta que año a año va ganando adeptos y que da el protagonismo que merece a un sector en auge en la comarca.
Tomás Marcos, edil del Ayuntamiento y miembro de la Sociedad Micológica de Cuéllar, hace un balance muy positivo de este fin de semana que tuvo su punto de encuentro en los anexos de San Francisco. Una de las actividades que se enmarca dentro del programa de las jornadas son las salidas al campo para buscar especies, y se llevaron a cabo tato el sábado como el domingo. Marcos reconoce que le gustaría que hubiera más afluencia, pero contaron con la justa como para realizar las salidas, “dar nuestro correspondiente paseo y encontrar especies aunque la cosa no pintaba bien”, bromea.
Las heladas y las condiciones adversas dejaron entrever que el campo ya había sufrido las consecuencias del tiempo, y no se encontraron por ejemplo algunas comunes como champiñones. Sin embargo, se pudieron encontrar otras muchas de gran interés, como una trufa muy similar “a la preciada” y gran variedad de lactarius. “Pudimos ir explicando y aprendiendo entre todos”, comenta el edil. Así, la jornada del sábado logró reunir 70 especies en San Francisco, pero el domingo superaron la cifra llegando hasta las 110 especies gracias a las aportaciones de particulares y de miembros Sociedad Micológica de Navalmanzano; aportaron entre 10 y 15 especies muy interesantes de clasificar.
Marcos reconoce que la cita sirve de encuentro entre los amantes de la micología, entre los propios miembros de la sociedad y para despertar la curiosidad entre la vecindad; son muchos los que han pasado por San Francisco para preguntar y conocer cuáles son comestibles, o ver alguna especie más difícil de encontrar.
La temporada no ha concluido aún a pesar del temporal que se vive en la zona; “este tiempo no es malo para encontrar, todavía se recogen níscalos y se ven setas de pino enteras”, comenta Marcos. Sin duda, muchos vecinos todavía recogen lo que la tierra ofrece en esta época del otoño. Mientras, la Sociedad Micológica de Cuéllar pone fin a su encuentro anual que repetirán en 2022.