
Más de 7.000 kilómetros de distancia ha realizado una partida de ovejas desde la provincia de Segovia hasta Irán. Se trata del primer viaje en avión que realiza la empresa Torreanaya S.L., dedicada a la producción y selección de ovejas de la raza Assaf.
En total volaron 200 corderas y ocho sementales. Embarcaron primero en camión para ser enviadas hasta el Golfo Pérsico a través de Bélgica. Previamente fueron sometidas al correspondiente chequeo sanitario, cumplieron la cuarentena y superaron los análisis pertinentes impuestos por la Unión Europea y las autoridades iraníes.
La empresa segoviana vende su alta genética para mejorar los índices productivos de otros países, como Irán, donde el ovino representa un sector fundamental para su economía y la alimentación de sus 82 millones de habitantes; y a pesar de que cuenta con un censo de 50 millones de ovejas.
No es la primera vez que el buen trabajo en la mejora genética que hace esta granja segoviana se demanda en el extranjero. De sus instalaciones partió a comienzos del mes de marzo otro envío con destino a Bulgaria. Pero en este caso, el transporte se hizo exclusivamente en camión.
Luis Bravo y Ángel Concepción fundaron Torrenaya S.L hace diez años con el objetivo de trabajar la selección de ovejas de leche de la raza Assaf. Pertenecen a la asociación nacional Assafe. Y fue hace cinco años cuando comenzaron a exportar animales gracias a su excelente labor. Actualmente cuentan con 2.000 animales aproximadamente y los venden para cría, tanto en España como en el extranjero. De hecho en este tiempo han exportado a Portugal, Italia, Grecia, Bulgaria, Moldavia y ahora como novedad y por primera a Irán.
La forma de trabajo de este esta explotación permite tener una plantilla de ocho trabajadores más los dos propietarios, lo que hace que —a diferencia de la mayoría de las explotaciones de ovino tradicionales— constituya toda una ‘empresa’ en un pueblo en el que viven apenas cien personas.
En avión
Pocas ovejas tienen el privilegio de volar en avión, como lo han hecho estos animales, que salieron el 28 de marzo de la nave de Anaya en camión hasta Bélgica. Allí embarcaron en avión dirección a Oriente, aunque debieron hacer escala en Doha (Catar), para continuar luego hasta Teherán. De ahí en camión de nuevo hasta su destino final, donde llegaron el domingo pasado. En este viaje también marchó una partida de ovejas y carneros de la misma raza, de la localidad salmantina de Hinojosa de Duero. Ambas explotaciones pertenecen a la asociación nacional de productores Assafe, que ha trabajado para que esta exportación sea una realidad, a través de un acuerdo con la empresa iraní Avigen.
Del futuro de sector ovino se muestra convencido Luis Bravo, quien sostiene que la ganadería debe buscar esta mejora genética para conseguir una mayor productividad por animal y afrontar los nuevos tiempos.
De este trabajo por la mejora da idea la producción de 640 litros de leche por oveja que puede obtenerse por animal, frente a los 400 habituales. O la facturación de 800 euros por oveja y año que permite un animal seleccionado, frente a los 60 que genera una oveja de extensivo y a la que únicamente se le saca la producción cárnica del único cordero que produce al año.