“La gente tenía muchas ganas de fiestas”, señala el concejal de Festejos del municipio, Pedro Migueláñez, al tiempo que asegura no haber notado “apenas cambios” en comparación con años anteriores en cuanto al volumen de gente que está formando parte estos días de las fiestas, al tratarse de unas de las más seguidas de la provincia.
“Hay muchísima animación, el pueblo estaba el fin de semana hasta arriba”, sostiene Migueláñez. El clima festivo se prolongó desde “por la mañana hasta por la noche”, ya que las actividades se desarrollaron a lo largo de todo el día, mientras que hoy y mañana “la gente sale más de día que de noche”. No obstante, el concejal reconoce que el lunes es un día “incluso más fuerte” que el sábado: “Desde las 12:00 hasta las 22:00, Carbonero está a reventar, viene gente de Segovia, muchos autobuses…”, manifiesta.
El momento más esperado
Los carbonerenses lo esperaban con ganas; el sábado a las 11:30 horas, un repiqueteo de campanas dio el pistoletazo de salida a las fiestas. Tal y como explicó la alcaldesa de la localidad, María Ángeles García, en una entrevista concedida a este diario hace unos días, “después de tener varias reuniones con la comisión de festejos, con las peñas y las asociaciones”, se modificó la hora de la misa en honor a la patrona de Carbonero y la ofrenda de flores por la reina y las damas de honor, que tuvo lugar el sábado a las 12:00 en la ermita, y la hora del chupinazo para inaugurar las fiestas, que fue a las 18:30.
A las 23:00 horas se llevó a cabo la suelta de reses, para que el encierro urbano tuviera lugar algo después, a las 00:00. Uno de los participantes, vecino de Cabezuela, recibió un “pequeño puntazo” y tuvo que ser trasladado al Hospital General de Segovia, donde fue operado de urgencia. Por el contrario, no se registraron incidentes en el tradicional encierro urbano que se realizó ayer a las 9:00 horas por el recorrido habitual. Esto esperan que se repita cuando hoy de comienzo a las 9:30 el encierro por el campo, al que seguirá el habitual encierro de las calles de la población, y a las 21:30 horas, en el encierro de promoción para mayores de 18 años, por el recorrido tradicional.
Lo cierto es que fue el viernes a las 23:55 horas cuando se produjo la primera toma de contacto con las fiestas, con un concurso de cortes, saltos y quiebros que coronó a Jorge Gómez, de Bercial, como el gran triunfador de la noche. Algo después, a las 1:30 horas, la música entró en escena con una actuación de la orquesta ‘Lapsus’, organizada por la Comisión de Festejos de Carbonero el Mayor en la Plaza de Abastos.
Este año, además, tuvieron un pregonero de lujo el sábado 3 de septiembre, el ciclista Francisco Herrero, campeón de España de Ultramaratón en 2021, que animó a los presentes a fomentar la práctica deportiva desde pequeños.
Cada noche, y como es habitual, las orquestas que protagonizan las tradicionales verbenas –hoy es el turno de ‘Musical Compass’- ponen el punto y final a unas jornadas que llenan el pueblo de música y vida.
Tarde de rejoneo
Carbonero acogía ayer uno de los actos más esperados del programa de las fiestas: la gran corrida de rejones. No era la primera vez de los rejoneadores en la localidad, puesto que Ana Rita, David Gómez y Sebastián Fernández ya habían pasado por allí en dos ocasiones. “Cuando repiten plaza significa que son buenos”, aseguraba el mayoral de la ganadería de ‘Marqués de Quintanar’, Jorge Gómez. Y así lo demostraron en la que se convirtió en una tarde triunfal de rejoneo.
Los vecinos y visitantes tenían ganas de fiestas “y, sobre todo, de ver los toros”, afirmó el concejal de Festejos del municipio, Pedro Migueláñez. Y es que los espectáculos taurinos tienen mucho arraigo en la localidad, que cuenta con un festejo de rejones, una novillada con picadores y un concurso de recortes, además de sus tradicionales encierros urbanos y por el campo.
Acompañados por sus correspondientes cuadrillas –un banderillero, un puntillero y un mozo de espadas-, los rejoneadores se enfrentaron a seis toros de la ganadería de ‘Marqués de Quintanar’ –dos eran de color rojizo, dos castaños y dos negros-, tres de los cuales eran “más fuertes” que el resto; mientras que el más pequeño pesaba cerca de 460 kilos, el más grande rondaba los 530 kilos.
En torno a las 17:00 horas, se llevó a cabo el sorteo del orden de lidia. “Se sorteó un toro fuerte con otro de menos kilos, para que a cada rejoneador le tocara uno”, explicó Gómez. Una hora después, a las 18:00, dio comienzo la corrida en una plaza de toros portátil de tercera categoría que tenía capacidad para unas 3.000 personas. A pesar de que el evento tuvo una gran respuesta por parte de los carbonerenses, no fue posible colgar el cartel de completo.
“Es una corrida muy bien hecha y presentada”, garantizó el mayoral. El tiempo acompañaba. Todo estaba preparado para que los rejoneadores hicieran disfrutar a los allí presentes de un verdadero espectáculo. Y, un año más, esta tradicional corrida no defraudó.
La feria taurina continuará su marcha hoy en Carbonero a las 18:00 horas, con una novillada picada con toros de la ganadería de ‘Pablo Mayoral’ de encaste Santa Coloma, para los espadas Yon Lamothe, Diego García y Christian Parejo, que irán acompañados de sus correspondientes cuadrillas.
