El gobierno del Ayuntamiento de El Espinar ha sido más previsor que otros y, según explica su concejal de Medio Ambiente, Jesús Gascón, lleva desde 2019 previendo la entrada de facto de la obligatoriedad de la separación de los biorresiduos o residuos orgánicos en el municipio.
Gascón comenta que, teniendo en cuenta que el municipio tiene cuatro núcleos de población, cada uno con su casuística, y en algunos predominan las viviendas unifamiliares con jardín, que generan residuos vegetales, además de los domésticos, se pensó en dar una solución a los primeros porque el sistema implantado por el gobierno anterior “no era adecuado, ni salubre, ni estaba dimensionado a las necesidades existentes”, recalca.
Un año después el Ayuntamiento abría tres plantas de acopio repartidas por el municipio para que los vecinos depositen allí los residuos verdes. Hay que tener en cuenta, según indica el edil, que se trata de un servicio gratuito, ya que los usuarios no abonan ninguna tasa. “Ha funcionado y ya tenemos 2.000 usuarios en todas las campas de acopio a las que llevan sus restos vegetales”, concluye.
Desde las campas se traslada a plantas de gestión vegetal para continuar el proceso de reutilización y también se utilizan para el mulch, el picado de podas municipales. “Todo lo que se poda en el municipio se tritura a un tamaño determinado y se pone a disposición de los vecinos de forma gratuita, porque el mulch tiene, además de un uso decorativo u ornamental, otro para mantener húmeda la primera capa de tierra, la protege del sol y, como termina pudriéndose, aporta nutrientes al subsuelo para dar más salubridad al arbolado o plantas en general”, sostiene Gascón.
Este responsable municipal afirma que El Espinar es ya un referente, no solo en la provincia sino en Castilla y León, por este sistema de tratamiento de residuos verdes, y lo demuestran, dice las visitas recibidas, e incluso cursos, para conocerlo in situ, así como una invitación para participar en un foro especializado en Valladolid donde presentará el proyecto y sus resultados.
Nueva fase
Esta primera fase se centró en el tratamiento de residuos o restos verdes: “organizar, ubicarnos, saber qué volumen tenían, qué dispersión y qué tipo de restos son —explica Gascón—, y eso nos dio pie a favorecer campañas de compostaje doméstico y comunitario”.
De esta manera, el Ayuntamiento inició una primera campaña con el reparto de 155 composteras domésticas que se distribuyeron de forma gratuita a otras tantas familias, incluyendo un curso de formación a cargo de maestros composteros con tutelaje durante un año. Eso permite plantear dudas a través de grupos de WhatsApp: “preguntar si puedo compostar las cáscaras de gambas o si un filete lo puedo echar entero o hay que trocearlo”, argumenta el concejal.
Los restos domésticos orgánicos de esas familias, principalmente de alimentos, ya no son transportados a la planta de tratamiento de residuos del Consorcio Provincial de Medio Ambiente, en Los Huertos, sino a las composteras y, además, el mulch municipal, contribuye a elaborar un buen compost que luego esas familias pueden utilizar en sus huertos, jardines “o incluso regalarlo”, dice el concejal, que lo llama “la magia del compostaje”.
Esa primera campaña se completó con la instalación de tres composteras comunitarias con más capacidad que, a juicio del edil, “han tenido bastante éxito y un referente es la de la plaza del Frontón, una zona donde los vecinos se han puesto de acuerdo y están manteniendo la compostera entre todos y obteniendo el producto para repartírselo”.
Pero el gobierno municipal se ha propuesto ampliar más la cobertura de este modelo y, gracias “a una subvención récord”, este municipio, que es Reserva de la Biosfera, tiene previsto iniciar con el nuevo curso una segunda campaña que amplíe el compostaje doméstico, incluyendo además otras composteras comunitarias, y llegar a industrias y centros educativos.
El objetivo pasa por extender el sistema a comunidades de vecinos de varios edificios en torre. Pronto, los alumnos de centros educativos recibirán formación sobre compostaje. “Queremos enseñar a los chavales a compostar y que sepan dónde va lo que les sobra del bollo o del bocadillo”, apunta el concejal de Medio Ambiente.
La sensibilización empieza así desde el primer periodo de la vida, que influye en el resto de población a partir del núcleo familiar.
En cuanto al compostaje industrial, desde el Ayuntamiento se están poniendo en contacto con restaurantes y otras empresas grandes productoras de residuos como, por ejemplo, una fabricante de cerveza, “porque son negocios donde los residuos son factibles de compostar y para ello les vamos a facilitar compostadoras”.
Gascón puntualiza que, además de reducir el volumen, “también cumplimos con la exigencia de la Ley en cuanto a la separación de biorresiduos”.
En este sentido, la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que entró en vigor el pasado 10 de abril, señala que “se entenderá también como recogida separada de biorresiduos la separación y reciclado en origen mediante compostaje doméstico o comunitario”.
Planta de compostaje
Por otro lado, el Consorcio Provincial de Medio Ambiente, al que pertenece el Ayuntamiento de El Espinar y en el que su concejal de Medio Ambiente forma parte de su directiva, ha decidido construir una planta de compostaje en el término municipal. Para ello, el consistorio espinariego ha cedido una parcela grande.
Esta planta permitirá cerrar el ciclo con los restos de las compostadoras locales.