El domo, una alternativa ecológica a la vivienda tradicional

La técnica de construcción denominada “superadobe” se basa en sacos de polipropileno rellenos de una mezcla de arena, cal y agua, y unidos entre sí con alambre de espino

Recuperar el valor de la tierra como material de construcción es uno de los objetivos que se marca el equipo de la cooperativa “Tienes tierra, tienes casa”, un colectivo que promueve viviendas ecológicas.

La técnica de construcción llamada de “superadobe” se basa en sacos de polipropileno, habituales en alimentación y que se degradan tras 300 horas de exposición solar, rellenos de una mezcla de arena, cal y agua y que se unen entre sí con alambre de espino. Algo que parece tan simple permite construir viviendas de bajo impacto ecológico y únicas, ya que cada casa es diferente porque las posibilidades de diseño son infinitas. Además son solidarias, antiterremotos, antihuracanes y antiinundaciones, no en vano fueron creadas para zonas de catástrofes. Estas viviendas reciben el nombre de domo, por su forma de cúpula.

Arquitectos, ingenieros, promotores inmobiliarios… se unieron en este proyecto, “cansados tanto de vivir en casas que no nos gustaban, como de hacerlas”, según señaló Antonio Pardos una de las personas que integran la empresa-cooperativa junto al cuellarano Daniel Álvarez, la arquitecta técnica Gadea García, el argentino Daniel Ardita y Luis Barragán. Tras conocerse se decidieron a viajar a California y formarse en el Instituto Cal-Earth (The California Institute of Earth Art and Architecture) ubicado en Hesperia en el desierto de Mojave y al frente del que se encuentra el arquitecto, Nader Khalili, creador de la técnica del superadobe. Tras un par de viajes el equipo completo se desplazó hasta allí donde permaneció un mes y participaron de la construcción del prototipo de domo que ahora se está construyendo en Haiti para las víctimas del terremoto de 2010.

Tras ese aprendizaje se decidieron a traer la técnica a España y para divulgarla y enseñarla crearon su web www.tienestierratienescasa.com y pusieron en marcha la asociación sin ánimo de lucro Manos a la Tierra para llevar a cabo esa difusión e impartir cursos.

A partir de ahí, Pardos señaló que surgieron otros proyectos y colaboraciones “para emplear esto para lo que su fundador quería que se emplease que era para ayudar a los necesitados”. Así apuntó que tienen en marcha varios proyectos que se estan diseñando y gestando para poder ir a zonas desfavorecidas y ayudarles, como Guatemala y África (Sahara), enseñándoles esta técnica constructiva.

Una finca de Cuéllar ha sido el lugar elegido por el equipo para construir el prototipo de domo, aún en proceso. El acceso al prototipo conduce a un cuarto de estar que contará con cocina americana, un dormitorio y un cuarto de baño completan las instalaciones. En la construcción se ha reutilizado no solo la arena del lugar sobre el que se levanta sino también otros materiales de la zona como bordillos de piedra que sirven de dintel para las puertas o un viejo poste de teléfonos que simula una viga en la sala principal, sala cuya cúpula se cerrará con un elemento acristalado que proporcione luz natural a la estancia.

Son construcciones con una gran masa térmica, ya que necesitan de muy poca energía para climatizarlas, son cálidas en invierno y frescas en verano por el efecto cueva.

Además tienen un gran aislamiento acústico, según explican los promotores.

En el exterior tienen previsto disponer una colina vegetal y el acabado interior puede ser con suelo de madera, cerámica, gres o superadobe. La casa entera, de abajo a arriba, puede ser toda de superadobe o mortero de cal, incluido los muebles, que se pueden pintar con colores.

Para este equipo de trabajo el domo no es solo una forma de construir, sino una forma de vivir. “Es una construcción muy sencilla que se basa en construir con la tierra que tienes bajo tus pies, empleando sobre todo el principio del arco, de la bóveda y de la cúpula consiguiendo hacer casas absolutamente ecológicas tanto en su construcción como luego cuando funcionan ya que son casas muy ahorradoras”, afirmó Pardos. A ello se suma que son muy estables térmicamente y son muy estables estructuralmente.

Pardos indicó que a ellos les gusta respetar el Feng-Shui (tener en cuenta la forma y orientación de las viviendas y estancias) y cómo funcionan las casas “en estas casas, su propia forma, nos gusta hacerlas redondas, funcionan de una manera fantástica”, apuntó.

“Nos gusta promover la autoconstrucción, que la gente aprenda a hacerse sus casas y vea que es posible hacerte una casa ecológica a un precio razonable”, afirmó. Los requisitos son aprender la técnica y contar con la supervisión de un técnico cualificado.

Pardos indicó que un domo similar al prototipo que construyen podría tener un coste de entre 6.000 y 10.000 euros en función del acabado que se le de. Los costes de materiales son pocos ya que el mayor coste es el de la mano de obra. “Son casas preparadas para durar muchísimos más años que las casas de hormigón”, aseguró.