Un momento de la celebración del Miércoles Santo en la plaza de los Dolores de La Granja. / Francisco Sánchez

Como magnífico prólogo al Triduo Pascual, el miércoles por la tarde-noche la localidad fue escenario un año más del solemne Vía Crucis por las calles altas del núcleo urbano, alrededor de la calle del Calvario.

Esta procesión, recuperada en 1991, cuando la Junta de Cofradías del Real Sitio de San Ildefonso consiguió restaurar cultos de Semana Santa que se habían perdido, se caracteriza porque los penitentes portan una gran cruz de madera de cuatro metros de largo.

El recorrido partió de la Capilla de la Orden Franciscana Seglar para continuar por las calles habituales hasta la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, donde tuvo lugar el rezo de la última estación.

Durante todo el Vía Crucis el acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Cristo de los Gascones’.

Durante la jornada de ayer, Jueves Santo, la ‘Celebración de la Cena del Señor’ pudo seguirse por los fieles desde las 16 horas en la Capilla de la Orden Franciscana Seglar, abierta al culto durante 24 horas, en la Insigne y Real Colegiata a las 17 horas o media hora después en las Carmelitas Descalzas de la Sagrada Familia. En la iglesia de Nuestra Señora del Rosario comenzó a las 19,30 horas. En este mismo templo se celebró la Hora Santa a las 23 horas.

Para hoy, Viernes Santo, destaca la Procesión del Santo Entierro “del silencio” desde las 20,30 horas por las calles de la localidad con salida y llegada de la plaza de los Dolores y con la Colegiata como punto intermedio. La Agrupación de Dulzaina y Tamboril ‘Alijares’ acompañará durante el recorrido.

El Vía Crucis del Miércoles Santo en La Granja fue seguido por decenas de personas
Durante el Vía Crucis se porta este Crucificado. / Francisco Sánchez