El colegio de Valseca tuvo que cerrar después de que el Ayuntamiento realizara importantes reformas. / EL ADELANTADO
El colegio de Valseca tuvo que cerrar después de que el Ayuntamiento realizara importantes reformas. / EL ADELANTADO

La educación parece estar asfixiándose en buena parte de los municipios de la provincia de Segovia. El colegio de Lastras de Cuéllar y el de Valseca se han visto obligados a cerrar sus puertas, al menos, para este curso escolar. ¿El motivo? No han logrado llegar al ratio mínimo para mantenerse abiertos, que es de cuatro alumnos, y excepcionalmente se permite que sea de tres, tras acordarlo con las familias y el consistorio.

Lógicamente estamos en contra del cierre del colegio, pero no hemos tenido otra opción”, lamenta el alcalde de Lastras de Cuéllar, Andrés García. Tan solo tres alumnos, de entre ocho y nueve años, se habían matriculado en el centro. La Junta de Castilla y León les permitía seguir con la actividad. Pero los padres de esos escolares decidieron llevar a sus hijos a Fuentepelayo. En este caso, el Ayuntamiento “tenía poco que decir”. El problema, considera, no es que “no se pudiera garantizar una educación de calidad”.

En junio, cuando el pasado curso llegaba a su fin, el alcalde de Lastras puso en sobreaviso a la Dirección Provincial de Educación. La entidad le dio todo el verano (el tiempo límite) a este municipio y a Valseca para tomar una decisión. “El cierre del colegio es la peor de las noticias, nosotros somos los primeros responsables”, sostiene el alcalde de Valseca, Alfonso Gil. Lo define como “un círculo vicioso”; los padres que están en disposición de poder matricular, no lo hacen porque hay pocos alumnos. En Lastras de Cuéllar hay cerca de 20 menores en edad escolar, mientras que en Valseca hay cerca de 14.

Ante este reducido número de alumnos, los colegios solo contaban con un profesor por lo que, al margen de la edad de los escolares, estos recibían una enseñanza individual (ajustada a su curso correspondiente) en la misma aula, lo que se puede considerar “una ventaja”, según el director provincial de Educación, Diego del Pozo. Al mismo tiempo, esto, unido al deseo de los progenitores de que los niños sociabilicen con más compañeros, “puede empujar a los padres a buscar otras opciones”, reconoce del Pozo.

Por el contrario, este curso escolar, el número de centros con tres y cuatro alumnos en las zonas rurales se reducirá un tercio hasta los 27, después de que 15 de los 40 que había hayan aumentado su volumen de alumnos por encima de esas cifras.

En busca de nuevos alumnos

Valseca esperaba contar con la matrícula de cuatro alumnos, de entre cinco y once años. Sin embargo, unos días antes de que arrancara el curso, los padres de dos de ellos decidieron lo contrario. Ante esto, el Ayuntamiento ha hecho esfuerzos, sin éxito, para captar nuevos escolares.

El centro de este municipio tuvo la posibilidad de abrir; un grupo de 14 padres y madres de Hontanares, donde el colegio está cerrado, querían matricular a sus hijos en Valseca. De haber sido así, la escuela habría contado con 25 o 30 alumnos, lo que la hubiese mantenido abierta.

La Dirección Provincial de Educación les explicó que debían acudir a la cabecera del Centro Rural Agrupado (CRA), formado por Hontanares, Valseca, Abades y Valverde (la cabecera). “Existía la posibilidad de haberlos traído y, de esa manera, haber apostado por la educación”, recrimina su alcalde.

Por su parte, a través de la asociación ‘Lastras Vive’, el Ayuntamiento intenta atraer familias que se asienten en el municipio.

Es la primera vez que estos colegios han tenido que cesar su función, después de llevar décadas abiertos. Sin embargo, esta decisión no es irreversible. El consistorio de ambos pueblos seguirá luchando por conseguir que el curso que viene se matriculen tres o más alumnos, de manera que la reapertura de los centros sea una realidad.

Recientemente, el Ayuntamiento de Valseca llevó a cabo reformas en el colegio: entre ellas, el cambio de la cristalería y las puertas. Por ello, la edificación de las escuelas no se tocará. Esperarán a que se abra el proceso de matriculación para el próximo curso para plantearse qué hacer.