
La celebración de festejos taurinos en El Espinar tiene constancia que se remontan al menos a 1768. De esta fecha, datan manuscritos en el archivo de la villa en los que se remarca que por entonces se venían dando ‘fiesta de toros’ desde “tiempo inmemorial” a excepción de los años en que “no se ha permitido por reales órdenes” y por “haber fallecido personas reales”. Además, según recoge ‘El Espinar Información’, a través de una información aportada por el historiador Servando Hurtado, la tradición puede venir de más atrás al señalar que “en 11 de agosto de 1584 Juan Cogorro fue obligado a pagar 5.236 maravedies por la cura que le hizo el médico cirujano Salazar en la cornada que le dio un toro en los encierros para los festejos taurinos del 30 de julio de 1583”.
A principios del siglo XX los acontecimientos taurinos se desarrollaban en la plaza de La Corredera, con la presencia de toreros y novilleros, hasta que en 1948 comenzó la construcción del actual coso. El encargo fue realizado al arquitecto José Luis Aranguren, que ya había llevado a cabo en el núcleo la rehabilitación del edificio del Ayuntamiento o la cubierta del la Iglesia de San Eutropio. La nueva plaza se levantó en un periodo de unos 14 meses y se inauguró el 3 de septiembre de 1949, con un cartel definido para la ocasión por Luis Miguel Dominguín, Pepe Dominguín y Paquito Muñoz -que ya había actuado en El Espinar-, y seis astados de Villagodio (Germán P. Gamazo). Fue una corrida a beneficio del Hospital que terminó con un importante balance, tal y como resume la reseña de agencias publicada en medios como el diario ‘ABC’ o ‘El Adelantado de Segovia’ en su edición del día después: Pepe Dominguín, dos orejas y rabo; Luis Miguel Dominguín, dos; y Muñoz, una en el primero de su lote y dos orejas, rabo y pata.

JUAN BELMONTE Y FIGURAS
Los espectáculos taurinos de los siguientes años congregaron a algunos de los principales diestros del momento. En 1951 se celebró una ‘corrida hispanomexicana’: siete ejemplares de Batanejos para el rejoneador nacido en Roma (Italia) Carlos Portes ‘Duque de Pinohermoso’, el mexicano Antonio Velázquez y los españoles José María Martorell y Julio Aparicio. El año siguiente, el 15 de agosto de 1952, llegó a El Espinar Juan Belmonte como novillero, en una terna que completaron Joselito Torres y Antonio Vázquez (Isabel Flores de Guevara). El crítico de ‘El Adelantado’ por entonces Ángel Fernández Pacheco destacó de Belmonte “dos verónicas y una media, marca de la casa”, que dio una vuelta al ruedo, en un festejo en el que los triunfadores fueron Torres, con cuatro orejas, y Vázquez, con dos.
En septiembre llegaron Agustín Parra ‘Parrita’, que regresó así el coso espinariego después de sufrir una grave cornada en 1950, Pablo Lozano y Emilio Ortuño ‘Jumillano’ (Ignacio Sánchez y Sánchez). En 1953 destacó la presencia de Antonio Bienvenida, junto a Jorge Aguilar ‘El Ranchero’ y Juan Posada. Después, durante las dos primeras décadas de la nueva plaza pasaron un señuelo de diestros de época como Miguel Báez ‘Litri’, Gregorio Sánchez, Diego Puerta, Paco Camino, Antonio Chenel ‘Antoñete’, César Girón, Santiago Martín ‘El Viti’, Jaime Sotos, Sebastián Palomo Linares o Ángel Teruel, entre otros.
En agosto de 1971, El Espinar contó con una terna de primer nivel: el reconocido Luis Miguel Dominguín y los por entonces jóvenes José María Manzanares (padre) y José Luis Galloso, con toros de Antonio Pérez de San Fernando. La crónica de la revista ‘El Ruedo’ puso en entredicho el regreso de Dominguín a los ruedos, después de que tres días antes realizara una “desastrosa actuación” en San Lorenzo del Escorial y tras su paso por el coso espinariego donde “perdió la batalla en toda regla” en un “fracaso estrepitoso”; llegando incluso a abandonar la plaza al caer el cuarto toro entre una “bronca monumental” y “empañando un glorioso pasado”. Pese a la actitud de este espada, Manzanares y Galloso no solo salvaron la tarde sino que tuvieron un importante éxito con tres orejas y rabo y tres respectivamente.
En 1974 los hermanos Roger Victoriano ‘Valencia’ y José comienzan una nueva etapa en El Espinar como empresarios de la plaza, por una adjudicación de cinco años. Con ellos, se anunciaron diestros como Roberto Domínguez, Eloy Cavazos o José Ortega Cano, en su época como novillero, aunque no llegaron a cumplimentar el periodo en un principio adjudicado; pues el Ayuntamiento ya ejerció la autogestión de los festejos taurinos en septiembre de 1977 para traer al rejoneador Manuel Vidrié y a los toreros Francisco Rivera ‘Paquirri’, Gabriel de la Casa y Paco Alcalde. Además, en agosto de 1978 cerró a Francisco Ruiz Miguel, Manzanares y Manuel Ruiz ‘Manili’; y en septiembre de ese año a De la Casa, Paquirri y Pedro Gutiérrez ‘El Niño de la Capea’. Estas tres corridas fueron de la ganadería de Antonio Pérez de San Fernando. El cetro del toreo tenía por entonces su obligada cita en El Espinar.
Dámaso González, Ortega Cano, Emilio Muñoz, Tomás Campuzano, José Luis Palomar, José Nelo ‘Morenito de Maracay’, Víctor Mendes, José Miguel Arroyo ‘Joselito’, Julio Robles, Carlos Collado ‘Niño de la Taurina’ y José Pedro Prados ‘El Fundi’ o José Luis Bote como novilleros fueron algunos de los que definieron los carteles en la década de los 80. Además, hubo una encerrona en mayo de 1989 a cargo de Celso Ortega, en la que sufrió una cornada cuando toreaba al cuarto de la tarde y tuvo que hacerse cargo de la lidia del quinto y el sexto el sobresaliente Serafín Payá, que cortó una oreja.
ALTERNATIVA DE FERNANDO PLAZA (PADRE)
Si el sábado pasado, un joven Fernando Plaza (Aranjuez, 1996), triunfador de los novilleros en la Feria de San Isidro Madrid en 2019 y ganador del Zapato de Oro de Plata en 2017, tomaba la alternativa en unas circunstancias poco dadas en la actualidad, al hacerlo en la localidad madrileña de Valdetorres del Jarama dentro del ciclo para toreros que buscan relanzar su carrera denominado ‘Copa Chenel’ cuando habitualmente suelen dar el salto al escalafón superior en una plaza de primera, de capital de provincia o de característica especiales, su padre, bajo el mismo nombre, se doctoró en la plaza de El Espinar. Fue el sábado 24 de julio de 1993, con Rafael Camino de padrino y El Fundi como testigo, con toros de la ganadería de Apolinar Soriano. Se da la particularidad que El Fundi años después fue uno de los profesores del pequeño de los Plaza en la Escuela Taurina ‘José Cubero Yiyo’, junto a Rafael de Julia y Miguel Rodríguez. Además, el padre también hizo el paseíllo como novillero con picadores en el coso de Valdetorres el 5 de mato de 1990, en un cartel que completaron Fernando Cámara y Javier Ortiz.
En los 90 también hubo espacio para toreros de primera fila como César Rincón y varios de los que ya actuaron en la década anterior repitieron. En 1996 se lidió un encierro de Victorino Marín para Óscar Higares, Manolo Sánchez y El Fundi y los dos años siguientes Joselito y Francisco Rivera Ordóñez -hijo de Paquirri- fueron la base de los carteles. En 1997 realizaron el paseíllo junto a José Tomás y en 1998 con Miguel Abellán. Este mismo año también pasaron por el ruedo espinarigo el rejoneador segoviano César de la Fuente y los diestros Pedro Alexander Anjos ‘Pedrito de Portugal’, Cristina Sánchez y José Ignacio Uceda Leal.

ESPARTACO, JOSÉ TOMÁS Y MORANTE, FESTEJO PARA LA «HISTORIA»
Para agosto de 1999 la empresa de Ángel Gallego organizó una novillada con picadores del hierro de Domingo Hernández para el local Rafael Matute, que ya toreó sin caballos en el año antes y en marzo de esa temporada con los montados en esta plaza; Julio Pedro Saavedra, de Valdemorillo (Madrid) que actualmente reside en Aguilafuente (Segovia); y el vallisoletano Leandro Marcos. Este festejo sirvió de previa a un gran acontecimiento que logró reunir a Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’, José Tomás y Morante de la Puebla en un mismo cartel, con cinco toros de Domingo Hernández y uno de Garcigrande. ‘El triunfo del toreo en El Espinar’, tituló el crítico Pablo Pastor en ‘El Adelantado’, “un hecho taurino glorioso con una corrida de toros histórica”, resumió.
Espartaco, que apenas un mes antes fue el encargado de inaugurar el por entonces nuevo coso de Cantalejo, volvió a la provincia de Segovia para cortar dos orejas en una “gran faena” -al cuarto de la tarde- con “poderío, personalidad y técnica”. José Tomás paseó dos orejas y rabo del quinto, al que le hizo “cosas de auténtico glamour”: “Toreó de forma inconcebible, única y especial”. Según Pastor, fue una faena “memorable” y de “arte”, que “asombró a todo el mundo”. Morante, que llegaba con poco más de dos años de alternativa, se llevó dos trofeos, uno y uno. Con el que cerró plaza formó “más apoteosis”, “más toreo celestial” y “más arte”. “Un clamor, un nuevo espectro del toreo cumbre”. No escatimó en alardes Pastor por la obra del sevillano, que fue “un poema recitado con sentimiento y profundidad”: “Qué forma de torear, qué manera de hacer las cosas con sumo gusto”. Los tres diestros salieron en hombros, junto al mayoral de la ganadería.
DOCTORADO DE RAFAEL MATUTE
En septiembre de ese año hubo otra novillada con picadores en la que volvieron a repetir Marcos y Matute, sumando así el espinariego tres tardes en su plaza. El 14 de agosto de 2000 llegó el día de su alternativa ante sus paisanos y un envío de Atanasio Fernández. Se doctoró con el ejemplar ‘Cardilisto’, con Enrique Ponce como padrino y Rivera Ordóñez como testigo. “Demostró que tiene argumentos válidos para torear al cuarteto con absoluta solvencia y dignidad”, dijo Pastor tras la ceremonia, en la que el uso de la espada le privó de salir por la Puerta Grande junto a Ponce. Matute volvió torear en El Espinar el 30 de marzo de 2002, en la que sería su última tarde oficial ante su público; siendo su última corrida en 2005 en La Granja de San Ildefonso -según el registro de Mundotoro-.

Paco Ojeda, Joselito, Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’, Julián López ‘El Juli’, César Jiménez, José María Manzanares -hijo-, Alejandro Talavante, Cayetano Rivera o Miguel Ángel Perera fueron algunos de los que se anunciaron en la primera década del siglo XXI. En el apartado novilleril, destacaron los debuts de los hermanos Del Monte, también de El Espinar.
LOS HERMANOS DEL MONTE Y EL RECUERDO DE RODRIGO RINCÓN
El primero de los dos en llegar al escalafón mediano fue José Antonio. Lo hizo el 17 de agosto de 2002, en una tarde en la que compartió terna con Matías Tejela e Iván García y cortó dos orejas, mostrando “una calidad de toreo que sorprendió”, precisó Pastor. Mismo resultado tuvo su hermano, Juan Jesús, en su debut el 15 de agosto de 2004, junto a Mario Campillo y Jesús Martínez ‘Morenito de Aranda’. Estuvo “digno, valiente, entregado y algo nervioso”, resumió el crítico de ‘El Adelantado’. Ese mismo día también dio el salto con los del castoreño otro segoviano: David Madroño, en esta ocasión en Tudela de Duero (Valladolid).
El Espinar iba siendo testigo de la evolución de jóvenes de la provincia que querían ser toreros, aunque en la villa siempre queda el recuerdo del concepto de Rodrigo Rincón, que causó gran expectación en su época como becerrista y como novillero sin picadores en torno al 1997, pero que pronto decidió apartarse de los ruedos, pese a tener en mente debutar con caballos en el 2000.
LA ALTERNATIVA DE RAFAEL AYUSO
Otro de los eventos que ha vivido la plaza de El Espinar con especial atención fue la alternativa de Rafael Ayuso. El de San Rafael se convirtió en el decimo matador de toros segoviano el 17 de agosto de 2008 con toros de Adolfo Martín, con un rédito final de dos orejas. Intervino como padrino Luis Francisco Esplá y Luis Miguel Encabo como testigo. “Mostró buena técnica, saber estar ante el toro y torear con inspiración, valor y técnica”, valoró Pastor.

IMPACTO VÍCTOR BARRIO
Después vinieron años de menor afluencia a los festejos, aunque hubo una novillada en 2011 que dejó impronta en los aficionados, con la presencia del segoviano Víctor Barrio, el madrileño Alberto López Simón y el gaditano David Galván. Barrio, que llegó a ser alumno de la escuela taurina local dirigida por Antonio Sánchez Puerto, fue el triunfador en aquella ocasión; al igual que en 2015, ya como integrante del primer escalafón. En esta corrida compartió Puerta Grande con Joselito Adame y Martín Escudero.

INDULTO DE JAIME RODRÍGUEZ Y LAS PROMESAS
Al año siguiente, otro local debutó con picadores: Jaime Rodríguez. El espinariego además logró una gesta al indultar al utrero ‘Hechizo’ de El Parralejo en su primera novillada. Ya más recientemente, y con Ayuso como empresario de la plaza, se llevó a cabo la alternativa del portugués João Diogo Fera el 6 de junio de 2021, con el cuellarano Javier Herrero como padrino. Salió en hombros el luso con dos orejas. Ese día también hizo su debut en público el joven espinariego Curro Muñoz, que actualmente es una de las promesas segovianas. El pasado sábado toreó en Arnedo (La Rioja) la final del ‘Zapato de Plata’ y a finales del 2022 ganó la primera edición del Certamen de Invierno de Escuelas Taurinas de la Comunidad de Madrid. Asimismo, la afición de esta zona también anda pendiente de la evolución de Luis Rivero.

REGRESO DE LAS FIGURAS
En cuanto a los últimos festejos organizados en el coso de El Espinar destacaron los promovidos por los empresarios Manuel Martínez Erice y Jorge Arellano en agosto de 2021 -en el verano de la recuperación de la pandemia- con el regreso de figuras como El Juli, Manzanares, Emilio de Justo, Andrés Roca Rey o el rejoneador Diego Ventura. Un nuevo capítulo en la historia de esta plaza que en 2024 cumplirá 75 años.