Sede del CRA Sangarcía en Marugán, lugar elegido para celebrar el fin de curso en el que fomentaron la convivencia. / Lucía Luque

La reestructuración en 2016 del CRA El Pizarral, al que pertenecía el centro del municipio de Sangarcía, y del CRA El Mirador de la Sierra, donde se encontraban los colegios de Marugán y Muñopedro, tuvo el resultado del CRA Sangarcía.

El director del nuevo centro, Diego Garcimartín, explicó que el fin de curso es la fecha ideal para celebrar el ‘Día del CRA’. En esta ocasión, Marugán ha sido el municipio elegido para despedir este año.

A lo largo de la jornada del viernes, los pequeños de los tres centros pudieron disfrutar de numerosas actividades. Además, esta iniciativa, tan común en centros escolares de estas características, permite a todos los niños y niñas de los diferentes pueblos conocerse e interactuar. En este sentido, se fomenta el sentimiento de pertenencia de los alumnos, que a pesar de estar lejos unos centros de otros, todos forman parte del mismo CRA.

Esta sesión no habría sido posible sin la colaboración de los ayuntamientos y del AMPA, que como afirmó el director del centro, «cuando se les pide ayuda se vuelcan para facilitar las actividades».

La temática de este año ha sido ‘Las 12 pruebas de Asterix’, proyecto que se encuentra dentro del trabajo de la lectura. El objetivo fue hacer que los alumnos conociesen esa obra a modo de cómic. Así, realizaron juegos de habilidad, cooperación, yincanas, etc.

En definitiva, el último día de clase siempre se reserva para impulsar la convivencia y el compañerismo entre los 64 alumnos que forman esta agrupación de centros. De este modo, todos los alumnos llevaron camisetas y gorras corporativas del CRA.

Por otro lado, a pesar de que los colegios rurales suelen ser reducidos en número de alumnos, se espera que en el curso 2019-2020 entren 6 niños en el primer ciclo de infantil, compensando la marcha de 4 niños de 6º de primaria. Además, como es habitual todos los años durante el curso, creen que se incorporarán en torno a 4 niños más. En palabras de Diego, «la escuela rural es lo tiene, una organización diferente que se adapta cada curso».