El colegio de Riaza, sede central del centro rural agrupado que lleva el nombre de la villa, acogió ayer una sesión de realización de pruebas de detección del Covid-19, mediante PCR, a los usuarios y trabajadores del comedor escolar.
Los equipos de Sanidad y de Educación que luchan frente al coronavirus han aplicado el protocolo de rastreo en comedores escolares y puesto en marcha el estudio de contactos después de detectar los positivos de dos trabajadoras. “Una trabajadora dio positivo y poco después también se confirmó el contagio de otra compañera por lo que se ha procedido a ampliar el círculo de estudio”, señalan fuentes de la Dirección Provincial. Según estas fuentes en el comedor conviven 87 trabajadoras y alumnos. Sin embargo, desde la Gerencia de Asistencia Sanitaria aseguran que se ha testeado a unos 60 niños.
La jornada de rastreo, organizada en coordinación con el Ayuntamiento, ha sido llevada a cabo por profesionales de la empresa Quirón en el centro escolar, evitando el traslado de las familias. En todo caso, los niños han tenido que regresar a su colegio aunque están en periodo de vacaciones escolares, y haya varios procedentes de localidades próximas, tal y como ha señalado el alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo Hernández.
El comedor escolar es uno de los escenarios que muestra la avasalladora presencia del coronavirus en el municipio que en las últimas dos semanas ha incrementado sustancialmente la incidencia de casos, sobre todo entre los jóvenes.
Ahora está más controlado pero en los últimos días hemos tenido 17 contagios o más
Familias enteras
“Ahora está más controlado pero en los últimos días hemos tenido 17 contagios o más” y “todavía hay unas 50 personas en aislamiento” ha comentado Benjamín Cerezo, asegurando que la infección ha llegado a tocar a familias enteras y la presencia del Covid-19 “se nota en todo el pueblo”. Según la versión del alcalde el origen puede estar en jóvenes que trabajan o estudian fuera pero residen en Riaza y se han reunido con sus amigos de la villa. “No es que hayan hecho botellón, ni fiestas ni reuniones masivas, solo que han quedado dos o tres y se lo han pegado y a su vez se lo han llevado a sus casas” dice el alcalde advirtiendo de que estas situaciones se pueden repetir en los próximos días de Semana Santa.
El alcalde remarca que la mayoría de los casos son asintomáticos y muchos ya están terminando la cuarentena. Sin embargo, el municipio está ahora en este intervalo en el que a la vez que hay afectados que salen del aislamiento se detectan nuevos focos y cuarentenan a otros vecinos.
Nuevo brote
La Delegación Territorial ha comunicado este lunes la declaración de un nuevo brote en Riaza, en el que hay implicados cuatro positivos y ocho contactos en estudio; así como otro foco localizado en Torrecaballeros, con tres positivos y dos contactos en estudio. Estos dos municipios destacan en el mapa provincial por la alta incidencia que ha alcanzado la epidemia en las últimas semanas.
El portal de información sobre la situación epidemiológica del coronavirus de la Junta de Castilla y León muestra que en Riaza la incidencia de casos diagnosticados en 14 días es de 803,02 y la tasa de los últimos siete días sube a 708, 55 (son estimaciones sobre por 100.000 habitantes) . En Torrecaballeros, estos indicadores reflejan 510,20 y 364,43 casos, respectivamente. La valoración de riesgo en ambos municipios es “muy alta”, de acuerdo al mapa provincial del portal de datos abiertos.