La Asociación Fondo para las Hoces del Riaza, Segovia, avanzó la celebración del censo de otoño, que se celebra desde hace más de cuatro décadas, en el atardecer del sábado 12 y el amanecer del domingo 13 de noviembre, en el que contarán todos los buitres de la zona, además de toda la fauna que se detecte por parte de los más de un centenar de naturalistas de diez comunidades autónomas, que se darán cita en este particular evento, que llegan de manera altruista, sufragando cada participante sus gastos, e incluso desde Italia.
“Los ‘montejanos’ no fallarán a su cita”, resumió el vicepresidente del Fondo para las Hoces del Riaza, Juan José Molina Pérez, en este año tan especial por la reciente muerte de su coordinador durante muchos años, José Fidel Fernández y Fernández Arroyo, encargado de este estudio durante 48 años.
El evento comenzará este sábado, a las 12.00 horas, en la Casa de la Cultura de Milagros, Burgos, donde tendrá lugar la reunión de coordinación, mientras que el domingo, a las 11.00 horas, finalizado el censo, el sacerdote y ornitólogo Pedro Rodríguez Panizo, oficiará una misa dedicada a Fidel José en la Iglesia de Montejo de la Vega de la Serrezuela, Segovia, con una homilía que “estará cargada de emotividad”.
A continuación, en el Ayuntamiento de Montejo, tendrá lugar la Asamblea General del Fondo, con los datos provisionales del censo, aspectos como la continuidad del seguimiento, elección de nueva junta directiva, homenajes previstos a Fidel José, entre otros.
“Si cada año el Censo de Otoño tiene una gran carga emocional, por el reencuentro entre naturalistas que se dan cita en un ambiente de colaboración excepcional, este año será aún más especial, por la falta de Fidel José, que será testigo desde las alturas en las que se elevan los grandes buitres, a los que tanto estudió, defendió y amó”, resumieron desde el Fondo para las Hoces del Riaza.
El pasado 20 de septiembre falleció el doctor Fidel José Fernández y Fernández Arroyo, naturalista que dedicó su vida al estudio, divulgación y defensa de las Hoces del Riaza y su entorno. Su capacidad de trabajo y sacrificio fue excepcional realizando, de manera totalmente altruista, un minucioso estudio durante 48 años ininterrumpidos, de la población de más de 330 vertebrados contabilizados en estos parajes.
En 1974, gracias a Félix Rodríguez de la Fuente, se creó el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega gestionado por Adena, ahora WWF/España, y simultáneamente el Refugio de Linares del Arroyo gestionado por la CHD. Estos refugios, junto a otras zonas aledañas de los municipios de Montejo de la Vega, Maderuelo y Valdevacas, formaron el Parque Natural de las Hoces del Riaza.
Nada más comenzar esta historia de conservación, el entonces joven naturalista Fidel José ya destacaba por su interés en el estudio y conservación de la naturaleza, queriendo conocer así la eficacia de estas medidas de protección pioneras en España. En 1975 recibió el Primer Premio Fáraday por su estudio de la población de aves del Refugio, dedicando dedicando más de 55.000 horas de campo al seguimiento de la fauna de la zona.
“Fidel José ha sido ‘el alma del refugio’ y junto a los guardas qué tanto veneraba, como el desaparecido Hoticiano o los actuales guardas Jesús Hernando, hijo de Hoticiano y Francisco Martín Calleja”, explicó Juan José Molina, junto a cientos de naturalistas y “por supuesto, los habitantes de estas tierras, que han hecho de este espacio natural especial, una de las más bellas historias de conservación de nuestro país, reconocida incluso a nivel internacional”.
Los naturalistas ‘montejanos’ se han quedado huérfanos tras la dolorosa marcha de Fidel José, pero la asociación Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza que él presidía, decidió que esta historia debe continuar en honor y respeto a su memoria.