
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha aprobado la declaración la Cueva de los Enebralejos, en Prádena, Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría Zona Arqueológica. Resuelve así el expediente incoado en 1983 y delimita un entorno de protección para controlar las actividades que pudieran realizarse y afectar a la integridad de la cueva.
El yacimiento arqueológico de la Cueva de los Enebralejos, según se explica en el expediente, corresponde a una necrópolis de inhumación colectiva calcolítica, cuyo inicio habría que situar en un momento relativamente antiguo de ese periodo. Se pueden distinguir hasta tres momentos, al menos, de utilización, mediante el estudio de las piezas arqueológicas asociadas a ella y las superposiciones y diferencias técnicas de las grafías rupestres que existen en sus paredes, en su mayoría reiterados motivos geométricos junto a figuras antropomorfas típicas del periodo esquemático.
Como ocurre en otros yacimientos de tipo similar, la cueva sepulcral estuvo asociada durante su etapa de utilización a un poblado en superficie, localizado en la misma loma en la que se abre la boca actual de la cueva y conocido solo por la documentación de excavaciones antiguas, sin que en la actualidad se dispongan de datos objetivos sobre la conservación de posibles estructuras pertenecientes al mismo.
En la gruta se reconoce la existencia de un yacimiento arqueológico adscrito a los primeros momentos de la Edad del Bronce y el inicio de la metalurgia en la zona, que la investigación arqueológica describe como una necrópolis de inhumación colectiva a la que se asocia un extenso conjunto de arte rupestre, encuadrable en los desarrollos generales del arte esquemático, pero con una personalidad propia que le distingue de otras concepciones plásticas diferentes, aunque próximas en el tiempo y en el espacio, como son las pinturas esquemáticas del barranco del río Duratón.