Comitiva acompañando al coche fúnebre.
Comitiva acompañando al coche fúnebre.

El ruido ensordecedor de las sirenas inundó toda la villa para despedir a su vecino Luis Eduardo Izquierdo Salamanca, agente de la Policía Local que el pasado lunes sufría un accidente al acudir a un aviso en la ciudad en la que ejercía, Valladolid. El jueves a última hora de la tarde se conocía la triste noticia; las graves heridas sufridas en el suceso causaron el fallecimiento del joven, de 40 años de edad. 

Como estaba previsto, una gran comitiva de policía acompañó los restos mortales de Izquierdo desde el Hospital Río Hortega de Valladolid hasta el tanatorio San Juan de la Cruz de Cuéllar. El coche fúnebre partía desde el hospital a las 8.00 horas y hacía su entrada en la localidad poco antes de las 9.00 horas, con todas las sirenas de los vehículos encendidas para rendir homenaje al compañero. Motos de policía, coches, miembros de la UIP, de Tráfico, Bomberos y distintos cuerpos se acercaron para despedir al compañero. El coche fúnebre se adentró en el tanatorio, donde además de familiares y amigos esperaban diferentes personalidades  de la política municipal y autonómica. Marta Sanz, procuradora de Ciudadanos, estuvo presente junto al alcalde de la localidad, Carlos Fraile, y concejales del equipo de Gobierno que se acercaron a despedir a Izquierdo. No faltó tampoco el alcalde accidental de Valladolid, Manuel Saravia, que ya adelantó la jornada de viernes que el agente cuellarano sería distinguido con la Medalla de Servicio.