cega
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La mancomunidad de Las Lomas y el Ayuntamiento de la villa de Cuéllar avisaban el pasado mes de julio de la preocupante situación que se estaba experimentando en cuanto al escaso cauce del río Cega, que abastece a todos los pueblos cercanos. La situación del caudal era más que alarmante y llevaba a pensar que ese caudal “podía agotarse en cualquier momento”, como explicaba el concejal Tomás Marcos. Ha sido una sorpresas que ahora, a mes de septiembre, el caudal sea algo superior. “Como el agua que bebemos Cuéllar y todos los pueblos de la mancomunidad depende única y exclusivamente del Cega, nos pusimos en marcha con Somacyl y Aquona para valorar las posibilidades de cómo afrontar una crisis de falta de agua”, señalaba el edil. Valoradas todas las posibilidades, revisados todos los pozos que antes suministraban agua a Cuéllar y otros municipios, se optó por estas dos perforaciones que ya se están llevando a cabo desde la semana pasada. “Hemos tenido que optar por eso que nunca se quiere hacer: dos perforaciones cerca del cauce; serán dos pozos de un máximo de 120 metros de profundidad y de los que se espera sacar un total de  120 metros cúbicos a la hora de las perforaciones”, detallaba el concejal. La mancomunidad necesita unos 300 metros cúbicos a la hora para abastecer a las casi 13.000 personas que dependen de ella.

“Quiero que quede muy claro que solo vamos a utilizar esas perforaciones en caso de extrema necesidad»

“Quiero que quede muy claro que solo vamos a utilizar esas perforaciones en caso de extrema necesidad, lo que significa que el río no lleve agua durante una semana”, especificaba Marcos. “Nuestra dependencia del agua depende de un caudal, y si por él no pasa agua, significa que no la tenemos, así que es una medida drástica pero es la única solución posible y que solo se utilizará en caso de absoluta necesidad”, aclaraba.

Remarcaba Tomás Marcos que habiendo agua, aun con las perforaciones hechas, no se extraerá agua. “Está bien que una población tan importante como la mancomunidad cuenta con un plan B, un plan de emergencia”, concluía. 

Asegura Marcos que se valoraron los cortes de suministros, pero “no llevaban a nada, pues el agua que no tomamos sigue río abajo”.  Con esta medida de las perforaciones está garantizado ese suministro cuando no exista caudal, “aunque ojalá no lo tengamos que utilizar nunca”, reconocía Marcos. 

El Ayuntamiento ha tomado otra serie de medidas como reducir al 50 por ciento el riego de jardines, y apela a la responsabilidad individual ante esta crisis de suministro de agua ante las temperaturas y escasas precipitaciones.