
El censo de otoño del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela ha registrado 1.364 buitres leonados, la cifra más alta de los últimos años, según los datos provisionales del Fondo para el Refugio. Más de 120 ornitólogos procedentes de toda España y varios países del extranjero participaron hace unos días en el tradicional censo de otoño del Refugio, que refleja que la mayor agrupación de buitres leonados se concentra en Peña Portillo.
También se han avistado 10 ejemplares de buitres negros, en torno al comedero de Campo de San Pedro, mientras que se controlaron buitres anillados en distintas zonas, y se visitaron los cinco comederos de buitres del nordeste de Segovia.
En cuanto a otras aves rapaces, los ornitólogos han censado 14 especies (12 diurnas y dos nocturnas), desde el aguilucho lagunero hasta el esmerejón, y desde el búho real hasta el mochuelo. Lo más llamativo de las rapaces fue la observación de un elanio azul, en el sur de Burgos, teniendo en cuenta que el Refugio de Montejo se extiende por las provincias de Segovia y Burgos.
A pesar de la lluvia, el censo concluye que se registraron, al menos, 41 especies de aves no paseriformes y 54 de paseriformes, con lo que se incluyen casi todas las especies de aves que pueden verse en esta época en la zona. Entre las que pocas veces han sido vistas por allí, destacan algunas tan escasas o esquivas, como el pico menor, o la alondra ricotí.
Se detectaron 18 especies, como mínimo, de aves acuáticas, entre el nordeste de Segovia (sobre todo en el embalse de Linares) y las zonas húmedas del sur de Burgos, desde las garcetas grandes, hasta el ánade friso; y desde las grullas, hasta el rascón.
Durante la realización del censo, se vieron asimismo unas ocho o 10 especies de mamíferos, como jabalíes, corzos, zorros y nutrias.
En relación a los anfibios, el censo destaca el registro de seis especies, lo que en principio podría ser un récord para los censos de otoño, incluyendo algunas tan interesantes como el gallipato, o los sapillos pintojos. Desde el Fondo muestran su preocupación por el elevado número de sapos (corredores, sobre todo), que se hallaron muertos por atropello en algunas carreteras de la comarca.
Desde el Fondo del Refugio subrayan que la mayor sorpresa de este censo de otoño ha sido la observación, por primera vez en Castilla y León, de un coliazul cejiblanco, pájaro de los bosques boreales de Siberia y otras zonas del lejano Gran Norte, a miles de kilómetros de aquí. Fue visto y fotografiado en el término de Valdevacas de Montejo. La difusión de la noticia por internet atrajo a naturalistas de distintas procedencias, que consiguieron ver a este pájaro.