Los necrófagos satisfacen sus necesidades nutricionales mediante el consumo de cadáveres de animales, lo que les hace ser pieza fundamental en las cadenas tróficas. Estas especies que se alimentan con determinados subproductos animales no destinados al consumo humano son las consideradas especies necrófagas de interés comunitario entre las que destacan el buitre leonado, buitre negro, alimoche, quebrantahuesos, águila imperial ibérica, águila real, milano real, milano negro, lobo y oso pardo.
Actualmente, en Castilla y León hay 64 muladares autorizados que se distribuyen por las nueve provincias y en los que se encuentran autorizados el aporte de 1.391.316 kilogramos de biomasa cada año. En total, 571 explotaciones ganaderas autorizadas han contribuido a estas aportaciones de subproductos animales no destinados a consumo humano. Se trata de la Comunidad con más comederos autorizados del país.
Además de los propios muladares autorizados, las explotaciones ganaderas de ganado en extensivo que se encuentren dentro de las Zonas de Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas también pueden dejar los cadáveres en el campo para la alimentación de especies necrófagas, para lo cual deben solicitar autorización previa. En la Comunidad, en los últimos ocho años, se han presentado 3.024 solicitudes, habiéndose autorizado a 2.285 de ellas. Entre las denegadas, más del 75% lo fueron por incumplimiento de las condiciones sanitarias o zootécnicas establecidas.
Los términos municipales incluidos en las Zonas de Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas de Interés Comunitario (ZPAEN) en Castilla y León incluye más del 88 % de todo el territorio de la Comunidad, estando incluidos todos los términos municipales de las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia y Soria.
En total en Castilla y León para el periodo 2013-2020, se ha autorizado el uso de 1.902.000 kilos de determinados subproductos para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario en ZPAEN. Las autorizaciones son anuales y tienen carácter indefinido salvo incumplimiento de las condiciones sanitarias establecidas.
La situación en Segovia
Además de ser una de las cuatro provincias junto con Ávila, Salamanca y Soria, que todos sus términos municipales están incluidos en las Zonas de Protección para la Alimentación de Especies Necrófagas de Interés Comunitario (ZPAEN), y cuyas explotaciones ganaderas de ganado en extensivo pueden dejar sus cadáveres para la alimentación de especies necrófagas, Segovia destaca por contar con el mayor número de muladares autorizados, 18 en toda la provincia.
Póngase como ejemplo el comedero de Montejo de la Vega que WWF mantiene en funcionamiento, con cerca de 40.000 kilos de aportes de carroña gracias a los acuerdos que mantiene con ganaderos locales, favoreciendo la colonia de buitre leonado Parque Natural Hoces del río Riaza. Al mismo tiempo, cabe destacar los grandes avances especialmente relevantes obtenidos por el programa de alimentación específico para la mejora del estado de conservación del buitre negro y milano real, llevado a cabo por la ONG Colectivo Azálvaro, en la red de comederos ubicada en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama.
Esta red se ha consolidado como una medida muy efectiva en el reforzamiento de las poblaciones reproductoras del Sistema Central, donde se refleja un aumento constante con nuevas parejas reproductoras, con esta experiencia exitosa, que a su vez, ha disminuido la competencia por el alimento entre buitre negro y milano real con el buitre leonado, y se dispone de alimento suficiente y accesible para las colonias de buitre negro situada en la ZEPA Sierra de Guadarrama, en la provincia de Segovia .
Día Internacional del Buitre
Según José Aguilera, presidente del Colectivo Azálvaro, “las aves necrófagas proporcionan unos servicios ecosistémicos impagables al hacer desaparecer del campo los cadáveres de animales silvestres y domésticos, reciclando la materia”. Su ONG celebrará el sábado el Día Internacional de Concienciación sobre los Buitres con una Carroñada o Festín, en el Mirador de los Buitres de El Espinar.