Benjamín Cerezo, ante la ausencia de festejos: «El sentido común ha tenido más peso en esta difícil balanza»

"¿En serio alguien se cree que por una suspensión en el 2021 vamos a perder nuestras raíces y nuestra esencia?", pregunta el alcalde de Riaza tras el comunicado emitido de forma conjunta por las asociaciones de la villa

El alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, responde a las asociaciones de la villa ‘El Rasero’, ‘El toro de los mozos’ y la ‘Peña taurina’ después de que el lunes manifestaran su «firme oposición» a la suspensión de las fiestas patronales de la Virgen del Manto y Hontanares y la consiguiente ausencia de festejos taurinos, así como las tradicionales citas deportivas o musicales. Cerezo hace extensiva su opinión sobre la no celebración de actos en los habituales días festivos tras reunirse con el resto del equipo de Gobierno local, que componen seis concejales. En un comunicado emitido a El Adelantado en la tarde de este martes subraya que «el sentido común ha tenido más peso en esta difícil balanza», en la que estriba «el sentimiento y el deber». Asimismo, lanza la siguiente pregunta a los vecinos: «¿En serio alguien se cree que por una suspensión en el 2021 vamos a perder nuestras raíces y nuestra esencia?».

El comunicado íntegro, que firma Cerezo, es el siguiente:

En la vida hay decisiones difíciles de tomar, algunas son mucho más duras porque no sólo atañen a individualidad personal a lo que uno le gusta o desea, sino que la decisión que se adopte llega a todos, ojalá pudiésemos saber qué va a ocurrir, desde luego eso sería lo ideal pero esa idealidad no existe y tristemente lo llevamos viviendo casi dos años.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Riaza, los seis concejales que lo conformamos, hemos tenido que poner en una balanza el amor por las tradiciones de Riaza y lo que son las Fiestas Patronales para todos los riazanos contra la salud y la economía del municipio.

Cuando nos referimos a economía nos referimos a el conjunto de todo el año, siendo por supuesto una parte importante lo que suelen atraer las Fiestas Patronales, porque donde otros durante sus épocas de oposición han tachado de gasto excesivo nosotros siempre hemos visto que son una inversión que hace el consistorio para atraer personas y que se realice un consumo en Riaza, consumo que queda en el pueblo y del que todos, en mayor o menor medida salen bien parados.

Pero esto se consigue atrayendo lo que sabemos que atraen las Fiestas, aglomeraciones de personas y multitudes que hoy no están permitidas, gran cantidad de personas que la gran mayoría del tiempo no se pueden controlar porque estamos en Fiestas y es lo que se busca en ellas, interacción social, esparcimiento, disfrute y diversión sin cortapisas, sin que nadie nos diga que tenemos o no que hacer porque estamos en Fiestas.

Ese llamamiento a la multitud a día de hoy puede traer consecuencias inciertas, y repetimos es lo que está prohibido, y la posibilidad de que sean graves en las que puedan producirse contagios, ingresos o cierres como los vividos el año pasado es lo que ha llevado a tomar la decisión de no realizar ningún evento.

Está claro que se permiten los festejos taurinos, algunos de ellos, porque recordemos que lo que está realmente considerado como tradicional es el encierro, y no se permite, las capeas multitudinarias donde todos disfrutan libremente no se permiten, el cañeo o los porrones como los conocemos en Riaza y tanta fama dan a las Fiestas no se permiten, no se permite la caldereta donde todos los vecinos colaboran y disfrutan de ella, los juegos de los niños con incontables restricciones y las verbenas, esas donde la Plaza está a rebosar, donde bailamos y cantamos juntos no se permite, tendría que ser sentados, con aforo limitado. ¿Es lógico que cualquier riazano que contribuye y merece disfrutar de sus fiestas haya de quedarse en su casa? Porque todos no entran ¿quién dice a otro vecino que no tiene derecho a entrar? Y, ¿qué pasa con las peñas? A día de hoy y tras varias prorrogas no está permitida su apertura.

Claro que se podrían hacer muchas cosas, pero ¿y todo lo que no se permite hacer alguien puede controlarlo? Igual que mucho se puede hacer hay otro tanto que no, y casualmente aquello que no se permite es aquello donde todos solemos disfrutar, ¿queremos unas Fiestas donde sólo puedan disfrutar unos pocos, y ya no sólo por aforo, sino por preferencias y gustos? Todos los vecinos merecen Fiestas, y en el 2021 con la normativa esto no sería así, no sería justo.

Está claro que la Plaza Mayor de Riaza es el corazón de las Fiestas, y orgullosos estamos de tener una plaza de toros a medida, porque es única, pero lo que nos hace únicos es la solidaridad entre todos, el disfrutar todos, el que acabemos las fiestas con buen sabor de boca y ganas de volvernos a ver el año siguiente, de tener un otoño con vida en Riaza, un invierno que, siendo largo no se nos haga una carga como este año pasado, donde muchos trabajadores de la residencia de Riaza han sufrido cuidando de nuestros mayores, esos que nos han inculcado el amor por las tradiciones de nuestro pueblo, donde más de una veintena de ellos tras meses de aislamiento y soledad han perdido la vida por algo que no han salido a buscar.

Duras decisiones no sólo para Riaza, pues no sólo en nuestro pueblo se han suspendido las Fiestas, ¿Sepúlveda y sus Santos Toros? ¿Qué decimos de Peñafiel con una declaración de sus Fiestas como de Interés Turístico Regional? ¿Y Pamplona y sus San Fermines? ¿En serio alguien se cree que por una suspensión en el 2021 vamos a perder nuestras raíces y nuestra esencia? 

Se habla de decisiones políticas, de quitar unas cosas u otras, pero también estas decisiones políticas han realizado cambios en las Fiestas de Riaza donde se ha demostrado que han sido mejoras acertadas, ensalzando nuestra tradición taurina, con ampliación de festejos populares y la valentía de asumir la organización de los festejos mayores en pro de la defensa de los intereses de Riaza y su buen nombre, atajando los problemas de frente y por derecho.

El corazón nos pedía Fiestas, todos tenemos derecho a disfrutar de ellas, de todo lo que son las Fiestas de Riaza, de todas sus actividades sin restricciones, sin aforos, sin decir tú sí o tú no, queremos normalidad, necesitamos vivir pero vivir sin pesos en la conciencia de por una decisión hoy cause graves daños mañana, sin escuchar a muchos vecinos que tienen miedo y que prefieren esperar y vivir las Navidades con la familia, la Semana Santa tan tradicional en Riaza, el verano y por supuesto, todos juntos las Fiestas, nuestras ansiadas y anheladas Fiestas, las de todos los riazanos.

Este es nuestro sentimiento, pero el deber nos ha hecho tomar una decisión pensado en el bienestar de todos los vecinos de Riaza. El sentido común ha tenido más peso en esta difícil balanza.

Las asociaciones de Riaza piden al Ayuntamiento que «recapacite» sobre la suspensión de los festejos taurinos