San Gil Cuellar
La charanga ‘La Huevera’ amenizó el vermú previo a la paella popular en el barrio de San Gil de Cuéllar.

Dos años sin festejar que los vecinos pertenecen a un gran barrio eran demasiados, así que los habitantes de San Gil de Cuéllar han querido celebrar estas fiestas por todo lo alto. El viernes comenzaron con su sesión de teatro, como cada año, en el colegio de la zona. Por la noche, empezó la animación que siempre traen las celebraciones del barrio y que amenizan el vermú y las tardes entre vecinos de toda la localidad. Ciry y Jorge Bayón, djs de la villa, hicieron que los cuellaranos pasaran la noche que merecían, después de estos duros años sin reunirse.

El sábado fue el turno del deporte, con baloncesto y demás actividades lúdicas durante la mañana, además del concurso de tortillas; las mejores creaciones deleitaron los paladares del jurado y de los vecinos, para los que el certamen es otra excusa para juntarse y disfrutar de su barrio. Por la tarde, el calor acabó en tormenta y la lluvia hizo que el juego tradicional de romper el puchero se retrasara. Aunque más tarde, ningún niño se quedó sin poder romper su puchero y llevarse las chucherías que se introducen en él, contribuyendo un año más a que los juegos más populares no se pierdan y divirtiendo a los más pequeños.

San Gil Cuellar
La carrera de la familia es la primera actividad de los vecinos del barrio el domingo de fiestas.

La amenaza de lluvia no quedó ahí; aunque la animación estuvo presente en el barrio durante toda la tarde y entrada la noche, el concierto de The Jimeno’s Band tuvo que suspender tras tocar los primeros temas. La lluvia apareció y fue suficiente para no poder reanudar el concierto, que se celebraba en la plaza central del barrio, con escenario al aire libre.

Sin embargo, el sol lució con fuerza y el calor ya se hacía notar a las 10.30 horas, la marcada para la Carrera de la Familia. Mucho color y muchos vecinos de todas las edades participaron en esta carrera de 1,3 kilómetros que algunos hasta quisieron realizar en bici.

Para concluir las fiestas, el plato fuerte: charanga La Huevera y vermú antes de la paella popular, que este año supo incluso mejor que otros, con ese sabor a la añoranza y a la ilusión de poder volver a reunirse entre vecinos, en el gran barrio de San Gil, que devolvió la ilusión a sus calles.