Vista aérea.
Vista aérea.

Desde el año 1970 Aldeonsancho está adscrito al Ayuntamiento de Cantalejo, con categoría de pedanía, una figura administrativamente menos independiente que la Entidad Local Menor, de la que disfruta por ejemplo, la vecina Valdesimonte. En ambos casos le separan tres kilómetros de distancia.
Se menciona por primera vez en un documento en 1204 como ‘Aldeia de don Sancho’; y en 1247 se cita como El Aldea de Don Sancho. Pero es en 1845 cuando ya figura como hoy en día. El nombre alude a que el fundador de esta aldea fue un noble llamado don Sancho, que se supone que fue uno de los pobladores procedentes del Norte en la época en que surgieron la mayoría de los pueblos de la Comunidad de Sepúlveda.

Hasta hace pocos años, al casco urbano de Aldeonsancho le atravesaba la carretera autonómica SG-205 (Cuéllar-Cerezo de Abajo), pero desde 2007 cuenta con una variante o semicircunvalación que ha reducido al mínimo el tráfico rodado por el interior del pueblo. Esta nueva vía supuso un importante cambio en el ambiente y la vida social de la localidad. Ahora representa una mayor seguridad interna, y se da cumplimiento a una larga reclamación por parte de los vecinos con carteles colocados en la travesía. Sin embargo también ha supuesto la decadencia de algunos de sus negocios. Como curiosidad de esta carretera de circunvalación, cabe recordar que fue el primer lugar de la provincia donde se instaló lo que Fomento denominó entonces ‘cruce inteligente’. Fue en el mes de diciembre de 2019 y consiste en un sistema de información a los conductores a través de una señalización variable que avisa de la presencia de otro vehículo en la intersección con el objetivo de evitar accidentes. Esta vía soporta una intensidad media de tráfico de casi 3.000 vehículos al día, de los que el 20% son pesados.

En su ahora tranquilo casco urbano abundan las edificaciones de un solo piso y de planta amplia, como es habitual en los núcleos de tradición agrícola, donde existen varias casas de turismo rural y segundas residencias.

En cuestiones demográficas, Aldeonsancho ha sido uno de los pueblos que más población ha perdido en términos relativos. En los últimos 20 años, la cifra de empadronados se ha reducido a la mitad. Si en 2002 había 60 censados, en el año 2021 sumaban poco más de 30. No sólo puede haber influido la nueva carretera, sino también la falta de planificación urbanística en un municipio que se encuentra bien comunicado.

Iglesia de San Lorenzo.
Iglesia de San Lorenzo.

Iglesia con frontón y reloj de sol
El edificio más sobresaliente de la localidad es la iglesia parroquial dedicada a San Lorenzo, que se ubica en el centro del pueblo, junto a la Plaza Mayor. De su exterior destaca su espadaña, con tres campanas de cobre, y que se levanta a los pies de la nave con dos cuerpos de sillería flanqueados por pináculos. En un lateral de la espadaña, el oriental, se encuentra un reloj de sol, a una altura de unos diez metros del suelo. Los dos altares laterales están dedicados a la Virgen del Carmen y al Cristo Crucificado. El retablo mayor es barroco y alberga en su hornacina la imagen de San Lorenzo.


Un portacirios para las Edades del Hombre

La iglesia parroquial de Aldeonsancho alberga, entre sus piezas, un portacirios en el que figura la cara de un ángel que fue expuesto en la última edición de la exposición de Las Edades del Hombre en Cuéllar en el año 2017, entre abril y noviembre. Para ser mostrado fue previamente sometido a labores de limpieza. Se trata de una pieza de madera labrada y un soporte metálico en la parte superior que se emplea para sujetar el cirio de cera el cual se mantiene encendido durante toda la Pascua.

El Robledal.
El Robledal.

El Robledal, espacio singular
Destaca por su valor ambiental El Robledal, una zona verde situada en la confluencia de Aldeonsancho, Cantalejo y Cabezuela. Formado por una masa densa de robles, con encinas y otras especies autóctonas, se extiende por unas 80 hectáreas. Este espacio se ha enfrentado a varias amenazas, pues hubo propósitos de implantar aquí un campo de golf, que finalmente no prosperó ya que se puso en valor su importancia ambiental. También se manejó la posibilidad de trazar la actual variante de la carretera SG-205 por esta zona, pues era la más corta. Finalmente se impuso el criterio lógico y se optó por la alternativa actual. A una zona de este espacio se la denomina El Panarro, palabra que además sirve para identificar al conjunto del pueblo en gacería. De hecho, como gentilicio para el pueblo se emplea la palabra panarrense.

Recuerdo a las faenas agrícolas

Durante varios años, los vecinos y visitantes de Aldeonsancho han participado en la organización de la fiesta de la trilla y la siega, en la que han revivido las faenas tradicionales del campo que durante siglos se desarrollaban en las inmediaciones del pueblo. Con estas jornadas lúdicas y docentes se vuelve a emplear la hoz con la protección de la zoqueta para cortar la mies a golpe de sudor; hacer gavillas y afilar el dalle o la guadaña; acarrear los haces sobre el carro de llantas tirado por las mulas o machos, ya sean burreños, caballares o yeguatos. Y dar vueltas a la parva sobre el trillo para luego pasar la cosecha por la aventadora. La criba, los celemines o las medias… numerosos aperos y vocablos que aún se conservan en muchas viviendas que han querido hacer honor a otros tiempos; y en menor medida sólo permanecen en las memorias de los más mayores, cada vez menos numerosos en este y otros pueblos de la comarca.

Algunos motivos decorativos.
Algunos motivos decorativos.

Motivos decorativos
Algunas de las construcciones del pueblo mantienen en sus fachadas motivos decorativos basados en el esgrafiado segoviano, uno de los principales valores arquitectónicos de la provincia que aún hoy realizan algunas cuadrillas de albañiles que operan en la zona. Junto a ellos se pueden encontrar elementos que hacen referencia a las antiguas faenas agrícolas que se practicaron durante siglos.
Adornan el casco urbano del pueblo dos pequeños jardines donde no ha sido posible mantener las viejas olmas, tan habituales en otros tiempos en las plazas y ágoras segovianas. Completan el paisaje de este pequeño pueblo algunos restos de palomares,

El molino de San Juan.
El molino de San Juan.

Molino de San Juan
El antiguo molino harinero conserva su estructura. En ocasiones ha sido sometido a arreglos, aunque no ha terminado de consolidarse nunca. Situado en la zona denominada Peñas Zorreras, estuvo en funcionamiento hasta 1970 aproximadamente y su último titular fue Francisco Matesanz García. Su construcción data del siglo XVIII. Se puede ver en el exterior la presa que aún conserva los caces y compuertas para la regulación del caudal. En las proximidades del antiguo molino se encuentra el sondeo de agua de donde se surte la población de Cantalejo y también de Aldeonsancho. Fue el Ayuntamiento de Cantalejo el que en 1932 adquirió este espacio, tanto la finca que alberga las fuentes como el propio molino. Más abajo del río se encuentra otra de las fuentes más conocidas, la fuente de Casimiro. Es frecuentada por paseantes y ciclistas para refrigerarse y beber agua limpia y cristalina.


Oquedades junto al río

La relevancia ambiental del entorno de Aldeonsancho resulta especialmente interesante si se mira al Norte, zona que conduce a las hoces del río San Juan. Se trata de un espacio muy rico en variedad de fauna y flora, pero también en formaciones geológicas. Una de las más llamativas y conocidas es la denominada Cueva del Arenal, aunque realmente es una gran oquedad que recibe el nombre del arroyo próximo. También recibe el nombre de Cueva de la Graja.

Zona de escalada.
Zona de escalada.

En esta zona se permiten algunas actividades, como la escalada, por lo que atrae a numerosos aficionados a este deporte. También en ella se han llevado a cabo conciertos musicales a cargo de la banda Alborada Musical de Cantalejo, aprovechando la excelente acústica que permite la bóveda que forma esta zona acantilada.

Extraido del libro El Ochavo de Cantalejo. Recorrido visual por un territorio histórico (2022)
Editado: Enrique del Barrio

El Ochavo de Cantalejo. Recorrido visual por un territorio histórico