¿Volverán los toros?

Hay que agradecer a buen número de pueblos de la provincia que no se hayan olvidado por completo de las corridas de toros, novilladas, encierros, concursos de recortes, rejoneo…Porque no es así en la ciudad, donde desde que el anterior equipo de gobierno, siguiendo algunas directrices “superiores”, supongo, o inclinándose ante el deseo de algunos de sus componentes, decidió retirar la subvención que se venía concediendo al propietario de la vieja e histórica plaza segoviana para que nos dejara sin una fiesta tan española durante las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro.

No ocurrió así con muchos pueblos, como digo, a cuyos dirigentes supongo que también llegaría alguna sugerencia “política y partidista” en la misma dirección, pero tuvieron el valor y el acierto de hacer caso omiso y seguir aferrándose a sus tan tradicionales y ancestrales fiestas taurinas.

No sé nada sobre el tema de una posible vuelta atrás que pueda decidir el nuevo equipo municipal dirigente con respecto a las ferias del año venidero. Tiempo hay, sí, pero no tanto como parece, porque la contratación de buenos diestros se hace muy anticipada por parte de los respectivos organizadores de la diversas plazas españolas.

Hay una cosa positiva por el momento, y es que el consejero de Cultura, Deportes y Educación de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, es un buen aficionado, y entendido sobre la fiesta taurina, de cuya historia tiene escritos libros y artículos. Ya desde los tiempos en que era director del Instituto Castellano de la Lengua puso de relieve su afición taurina. Una afición muy comprensible en España donde esta fiesta viene vinculada estrechamente a su Historia desde hace siglos. Escritores medievales dejaron ya testimonio de la existencia de corridas de toros, y desde entonces nunca han faltado muchos otros que han escrito sobre la fiesta. Pero es que también el mundo del arte tiene infinidad de muestras en el mismo sentido, y dibujantes, pintores e ilustradores de todo tipo han creado obras sobre la fiesta de los toros. Pero no solamente españoles, porque también destacados personajes de otros países, muy especialmente Inglaterra, se han ocupado de ella con escritos y con ilustraciones.

En España, la España íntegra (descontando la de esa pandilla de impresentables, con la presidencia nacional al frente), hay filósofos y escritores de todo tipo –novelistas, historiadores, etc.- que han dejado muestras de la existencia, y aceptación, de las fiestas taurinas, que desde tiempo inmemorial eran base de los festejos populares de ciudades y pueblos.

La vistosidad y el colorido de una corrida es innegable, con los variadísimos trajes de los toreros (las combinaciones de colores son muchas, aunque suelen elegir grana, nazareno, azul claro, rosa, etc.), y con los diferentes momentos en que se divide la lidia, entrada de las cuadrilla y desfile por el ruedo, con la vistosidad de los picadores y su especial indumentaria, con la música de orquestas o charangas para animar la introducción y diferentes momentos de la lidia y así “compensar” las posibles conquistas de orejas y rabos, o celebrar la “absolución” de un ejemplar que hubiera dado excelente juego.

Muchos segovianos recordarán cómo se vivía en la ciudad un día de San Pedro, con la presencia de la entonces tradicional, y obligada, corrida de toros. Cientos de habitantes de la provincia se desplazaban a Segovia para seguir los festejos programados para la mañana y, por supuesto, para animar en el Azoguejo los preludios de la corrida. Autobuses especiales salían de la plaza –el paso bajo el Acueducto era habitual- para dirigirse a las inmediaciones del coso segoviano. Quien más, quién menos, con su buen habano en la boca, encendido después de terminar de consumir el acostumbrado café, y sin faltar el personaje aficionado a transportar una bota llena de bien vino, que si un diestro de turno tenía buena actuación, podía recibirla por el aire arrojada desde alguno de los tendidos.

¿Habrá ocasión de que todavía en Segovia podamos ver escenas similares, aunque los autobuses tengan que partir desde la plaza de la Artillería?