A lo largo de dos siglos, finales del XVIII y principios del XX, Segovia fue una ciudad en completa decadencia. La falta de trabajo, a la que se ‘pegó’ la pobreza, sumió a los habitantes en un letargo difícil de superar.
La ciudad disponía ‘de muy escasa actividad económica. Contaba con grandes espacios vacios y caserones abandonados. El invierno era durísimo para la clase trabajadora. Se planteaban obras públicas para darles un jornal, sin que hubiera trabajo para todos’. (J.A. Ruiz Hernando).
Los trabajadores no veían salida para la miseria en la que se encontraban. Era tal la apatía por lo que sucedía, tan denigrado estaba el sentido de la clase obrera, que si alguna vez manifestaban sus demandas iban antes a pedir limosna que exigir justicia.
El Ayuntamiento repartía –cual bonos de ahora-, cientos de panes en Navidad. Programa que siempre se quedaba cortísimo ante tanta necesidad.
En la última década del XVI la ciudad contaba con 20.000 habitantes. Un siglo después habían descendido a 11.000. Donde no había trabajo, la necesidad obligaba a buscarlo en otro lugar. En el año 1900, al comenzar el XX, el número de empadronados en la ciudad era de 15.000.
En el primer cuarto del siglo hubo un leve repunte industrial. Sin embargo la pobreza extrema era un lastre. El camino a recorrer fue lento, lentísimo. Muchos segovianos quedaron al margen en la vereda de la vida.
Como respuesta a tanta necesidad, se establecieron en la ciudad diferentes asociaciones y entidades:
-Año 1853, ‘nace’ la Casa de Expósitos, Hospicio e Inclusa de la ciudad y, con posterioridad establecimiento provincial de beneficencia.
-La Cruz Roja se ubica en 1873.
-El Asilo municipal se funda en 1874.
-Las Siervas de María organizan el refugio de niñas pobres, 1880.
-Las Hermanitas de los Pobres abren casa en la ciudad, 1882.
-En 1888 lo hizo La Tienda Asilo en Sancti Spiritu.
-1891, nace el ‘Refugio de los Pobres’.
-La Cocina Económica, en 1897.
-A mediados del XIX las Conferencias de San Vicente de Paul.
-En 1901 se forma en la ciudad la Sociedad de Señoras.
-La Gota de Leche se crea en 1913…
Entre la miseria también había clases. La de menor ‘rango’ era la del ‘pobre de solemnidad’. Esta ‘nomenclatura’ fue incluida durante el periodo de la España liberal, entre 1833 y 1868, entrando de lleno en el Derecho Civil. Se trataba de dar a esa ‘parte’ de los ciudadanos legalidad para ser acreedor, a los efectos procesales, de los ‘beneficios’ de la pobreza. Desde ese momento ingresaba en la ‘cofradía’ y se daba oficialidad a su cualidad de pobre.
Nuestro ayuntamiento la reguló en el año 1887: ‘Consideramos que es pobre de solemnidad –se dejó escrito-, (1) aquella persona que no obtenga unos ingresos mínimos de siete reales diarios’.
Para que el pobre, en el ejercicio de su ‘vocación’, no encontrara intromisiones legales a la hora de ejercerla, el Ayuntamiento, además de incluirlo en el padrón correspondiente de los que nada tenían, les entregaba un brazalete identificativo que habrían de llevar puesto en uno de sus brazos.
Datos relevantes. La Tienda Asilo de Sancti Spiritu sirvió, en el año siguiente de su inauguración, 332.091 raciones individuales. Su coste se fijó en 5,10 y 15 céntimos. Pues bien, de 15 céntimos no se repartió ni una sola. (2).
Otro ejemplo. La Cocina Económica (1897), puesta de acuerdo con establecimientos comerciales de la ciudad, entregaba a estos papeletas que a su vez eran adquiridas por los clientes (precio de 1 y 2,50 pesetas) y estos las entregaban a los pobres.
Los bonos municipales buscan ahora el efecto contrario.
¡Las vueltas que da la vida!
El Ayuntamiento, a través del Asilo, cumplía con la labor de acoger, dar vestido y proporcionar alimentación a una docena de menesterosos que habrían de reunir las siguientes condiciones:
-Ser de conducta irreprochable.
-Físicamente impedidos.
-Deberían ‘acreditar’ treinta años de residencia en Segovia (3).
Se intentaba de todo para paliar el ‘desastre’. Cualquier iniciativa de ayuda era bienvenida. Así, cuando las Hermanitas de los Pobres, año 1889, comenzaron a construir su casa de la carretera de San Ildefonso, el Ayuntamiento dio toda la piedra necesaria. Fueron 200 carros…
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(1) Pobre que acudía a pedir limosna en las fiestas ‘solemnes’. RAE.
(2) ‘El Faro de Castilla’, enero 1890.
(3) ‘El Pardillo’, agosto de 1884.