
“¿Por qué no ser amigos? ¿Estar unidos? ¿Vivir sin miedo y en libertad? ¿Por qué no dar la mano? ¿Ser como hermanos? ¿Por qué no intentamos vivir en paz?…”.
Su ilusión era vivir del fútbol sala y hacerse un hueco dentro de los porteros nacionales, y en ello está. Ha recorrido diferentes equipos de nuestra provincia y también se marchó a hacer las Europas: Rumania, Italia y Alemania. Los estudios y el trabajo provocaron que hace dos temporadas apostara por un nuevo reto: el Club Deportivo San Cristóbal.
Este año el trabajo de todo el equipo ha dado sus frutos y se encuentra a un partido de lograr el ascenso a Segunda B, ya que este pasado sábado ganó por 4-1 en casa. Pinta bien pero hay que jugar la vuelta y me consta que no van a ir a mantener la renta. Suerte.
El equipo cuenta en sus filas con varios jugadores con experiencia nacional e internacional. Pero se da el caso de que en la portería coinciden Víctor y Mordi, podríamos decir que actualmente son la mejor pareja de porteros segoviana pero ellos dicen que esas valoraciones no son cosa suya y que lo que quieren es servir de ayuda al equipo. Su rivalidad bajo palos no es tal, destaca la amistad y el apoyo que se dan el uno al otro, lo que les hace mejores aún.
Parece ser que la idea a principio de temporada era estar arriba pero no esperaban este resultado. Afirman que están viviendo algo único, con mucha ilusion y eso se nota: pabellón a reventar, pinturas de guerra, bengalas para recibirlos pero lo más importante:
“Al final siguen siendo el mismo grupillo de amigos, y es eso lo que marca la diferencia en la temporada”.
Enhorabuena.
Semper fidelis.