Tribuna

El último gobierno de Pedro Sánchez cuenta con tres vicepresidencias tras la salida de Nadia Calviño. Su sustituto en el Ministerio de Economía se ha quedado en ministro. Cierto que la ahora vicepresidenta primera María Jesús Montero debería tener entre sus funciones la coordinación de las decisiones del gobierno.

Vivimos tiempos en los que la confusión se instala en la crónica política en razón de las declaraciones contradictorias de algunos dirigentes. En cabeza, las del presidente del Gobierno, capaz de decir lo uno y su contrario negando, además, que lo suyo sea un constante cambio de versión sobre hechos y opiniones anteriores. La última versión de la desprejuiciada forma que tiene de relacionarse con la realidad remite a los pactos a los que Sánchez llegó “in extremis” con Junts y que le permitieron superar la última votación de varios decretos de la ley ómnibus con la que arrancó esta legislatura. Secundando las instrucciones del prófugo Carles Puigdemont los diputados de Junts apoyaron a Sánchez a cambio del compromiso del Gobierno para ceder a la Generalidad de Cataluña las competencias integras en materia de emigración.

Acertadamente a ninguno de los componentes de nuestra familiar y particular tertulia se le ocurrió convocarnos durante las pasadas Navidades. Y es que no habría sido muy oportuna la cita porque en esos días, entre comidas familiares (o empresariales) y bebidas familiares y no familiares, no todos habríamos tenido la cabeza despejada para tratar ciertos temas. Por ejemplo —empiezo comentando yo mismo a los reunidos— la actualidad política y las majaderías de los políticos que hoy están en contra de España. Y es que nos tratan como a niños, como a niños estúpidos, porque nadie contrario a sus propósitos se ha tragado eso de esperar a última hora para decidir una votación, cuando ya todo está tramado y acordado de tiempo atrás, porque el señor presidente va a seguir ‘respetando’ todo lo mucho que sus amigos le están pidiendo y lo que le pedirán en adelante, incluso más millones y que sancione a las más de 8.000 empresas que se largaron de Cataluña —cerca de 200 en nuestra Comunidad— y que lo de la amnistía siga adelante, para contentar también a la señora segunda de a bordo. Autora asimismo del incremento del SMI (que está bien) pero incapaz de rebajar los precios de los alimentos más necesarios. O sea, yo te doy por aquí, pero te lo quito por allá. Y ahora el PNV también pide más. Todo se veía venir…Y aquí está.

A esta alturas, debería resultar materialmente imposible describir una vez más esta hermosa y soberbia obra que nos ha correspondido disfrutar a los habitantes de esta hermosa ciudad, de esta afortunada provincia, de este agradecido país, que tiene la suerte y el inmenso placer de compartir el más excelso monumento romano que tan formidable civilización erigió en sus largos siglos de historia, a lo largo y ancho del inmenso imperio donde llevaron a cabo formidables obras del calibre de nuestro querido acueducto, pero que de ninguna manera pueden con él compararse, tanto por su esbelta y prodigiosa verticalidad, como por su bellísima estampa y su excelente estado de conservación, que hacen de esta maravilla, el mejor ejemplo de este fascinante tipo de obras que los romanos manejaron como nadie.

Muchos segovianos acostumbrados a ir a consultar o investigar al Archivo Municipal de Segovia están sorprendidos. Las normas han variado en detrimento de los ciudadanos. Antes y después de la pandemia, el Archivo Municipal estaba abierto a la consulta de lunes a viernes de 9 a 2. Jubilado el anterior archivero el servicio quedó a cargo únicamente de la auxiliar de archivo quien mantuvo las aludidas condiciones de acceso. Nunca se exigió cita previa para acceder al mismo.