Nicomedes García y Lope Tablada, dos genios y una carroza

Profetizó Antonio Machado: ‘la verdad es que la es// y sigue siendo verdad// aunque se mire al revés/’
(Campos de Castilla – Proverbios y Cantares)

De tal forma y manera que amparándome bajo el ‘manto’ del poeta sevillano, les cuento a aquí ‘pa bajo’ verdades evidentes a través de noticias ocurridas dentro del plano en el que se ubica la provincia.

Uno de los empresarios más importantes que Segovia ha tenido fue el valverdano Nicomedes García Gómez. Su trayectoria fue admirable y admirada. Sus ideas, llevadas a la práctica, son para ser seguidas en cualquier escuela de negocios. Un pequeño ejemplo. Año 1935. Con la finalidad de publicitar aún más su producto estrella, Anís Castellana, se propuso participar en el desfile de carrozas, grupo de las ‘anunciadoras’, en los carnavales de Madrid.

Para ello, proyectó un ‘espacio’ de grandes dimensiones. Presidía una gran maqueta del Alcázar y otros monumentos de la ciudad de la que fue autor Lope Tablada de Diego. No pudo extrañar a nadie, conociendo la buena mano con el pincel, de Tablada, que el jurado otorgue a la carroza el primer premio, 1.500 pesetas.

La referida desfiló, días después, por expreso deseo de Nicomedes, en el carnaval de Segovia. Todo un éxito.

Cambio de tercio sin ‘trompetilla’. Puede que fuera la primera guardería de la ciudad. Puede. Fue en junio de 1934, por iniciativa del gobernador, Carlos Jiménez Canito, cuando la Junta Provincial de Protección de Menores y represión de la Mendicidad, instaló en el piso bajo del Instituto Provincial de Higiene una guardería infantil.

Su misión era la de cuidar de los niños cuyos padres no les podían atender ni alimentar. La iniciativa contó con 14 niños/as entre 2 y 5 años. Permanecían en el recinto entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde, realizando tres comidas. El presupuesto de la guardería era en el momento inicial de 600 pesetas/mes.

Hay que ver las ‘vueltas que da la vida’. La que durante muchos años fue Cárcel Real o de Partido y ahora ‘Casa de Lectura’, lugar de la c/Real, ‘jugó’ al tuya/mía. Con el paso de los primeros tiempos la cárcel la mantuvo la Ciudad, pues de su propiedad era. Desde 1842 fue Biblioteca Pública, con los fondos procedentes de las desamortizaciones de Madoz y Mendizábal.

En el año 1935, cuando ya no ejercía ninguna de las funciones referidas y su deterioro, denunciado ya en 1889, era evidente, el Ayuntamiento presentó la escritura de cesión del edificio a la Dirección General de Propiedades. He aquí sus condiciones:

‘Para que, realizadas las obras necesarias se instalen en ella la Audiencia Provincial, los Juzgados, el Archivo de Protocolos notariales y algún otro servicio que el Estado señale’.

Va a ser que no.

Hasta el año 1996 cumplió funciones de Archivo Histórico Provincial, afecto a la Junta de Castilla y León. Ahora… lo de ahora ya esta descrito.

Cambio de tercio y lugar. Espacio dedicado a la ‘moralidad y las buenas costumbres’. Tiene fecha de comienzos del siglo XX. El señor gobernador de la provincia hizo saber a través del BOP las ‘observaciones sobre la moralidad en los bailes públicos’. Dada la amplitud de la nota, resumo:

‘A fin de que los bailes, sean en lugar abierto o cerrado, fueren ejercicios corporales cultos y educativos se tomarán las siguientes decisiones:

-Limitar el número de concurrentes.

-Las piezas musicales habrán de ser cortas, para evitar el cansancio de las parejas ¡¡¡!!!

-Las muchachas deberán reunirse con amigas de buenas costumbres para ir al baile.

– Los bastoneros (1) habrán de reunir, para el ejercicio de su cometido, determinadas condiciones físicas…

Más limitaciones de las otras ¿Sabía usted que tras la publicación de la Ley del Monopolio de Petróleos (28/6/1927) (Dictadura de Primo de Rivera), la Delegación del Monopolio en Segovia se incautó de todos los aparatos distribuidores de gasolina de capital y provincia y que poco tiempo después el Estado concedió la creación de una Compañía Administrativa de Petróleo, que se otorgó a Campsa por un periodo de 20 años, siendo su primer delegado en Segovia Alfonso Gila Sancho, con oficinas en Ruiz de Alda 8?

¡Anda que no!


(1) Bastonero: ‘persona que dirigía ciertos bailes y designaba el lugar que debían ocupar las parejas y el orden en que habían de bailar’, RAE.