M. Velasco – La antigua estación de Renfe espera su declaración BIC para acceder a ayudas del 1´5 cultural

Una vez más vuelve a cobrar actualidad la vieja estación de Renfe en Segovia (con trazado histórico hasta Madrid hasta que hace unos años fuera amputado hasta Cercedilla, sin que por cierto se escuchara ninguna queja en firme y rotunda de las Instituciones segovianas) merced a una proposición no de ley presentada por el grupo de concejales socialistas en las Cortes “para instar a la Junta de Castilla y León a avanzar en la declaración de aquella antigua estación como BIC (Bien de interés cultural) y tener acceso a las subvenciones del 1´5 Cultural”. No hay que olvidar en este sentido que ya llueve (más bien diluvia) sobre mojado por cuanto que desde 1982 en que fue puesta en marcha la primera intentona no han sido pocas las veces en que se ha insistido por parte de grupos políticos (cambiando a veces la postura, según), instituciones, corporaciones, entidades e incluso particulares en la conveniencia de esa declaración y lo que supondrá para Segovia el mantenimiento de esas singulares instalaciones históricas que, muy probablemente, sean un bien único en España. Más, hasta ahora, lo que se apunta es a que más pronto que tarde tales instalaciones históricas sean solamente un recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue. Si fuera así, sería para mandarles a casa a todos los que de alguna manera y responsabilidad vienen haciendo oídos sordos a las demandas de conservación patrimonial segoviana. Hay que destacar, por ser de justicia, la excepción que supone la permanente defensa que viene haciendo la Asociación de Amigos del Ferrocarril (que recientemente llevó a cabo una interesantísima exposición en la Diputación sobre su pasado, presente y futuro que no tuvo otra dimensión que el desinterés oficial de siempre).

De todos modos esa Moción del PSOE podría venir a cuento para recordar —una vez más— la fuente de ayuda para la rehabilitación y conservación de bienes culturales que supone la convocatoria que todos los años hace el Ministerio de Transportes para Instituciones y particulares. Precisamente convocatoria —la de este año—, a la que decíamos en su día desde “La calle” el Ayuntamiento de Segovia ha decidido no concurrir por la peregrina justificación de que nos dieron “algo” el año pasado para la restauración de un trozo de la muralla y dos años seguidos sería muy difícil de obtener. Pero ¡hombre por Dios! primero se pide (con un proyecto bien justificado, eso sí) y luego…quien sabe. Pero el que el bien carezca todavía del marchamo BIC tampoco es óbice para dejar de solicitar las ayudas, toda vez que como decía en su día Enrique Saiz, entonces (no se ahora) director general de Patrimonio de la Junta “la mera incoación de un bien supone la aplicación inmediata y provisional del régimen de protección previsto para los bienes ya declarados” Este sería el caso. Claro que para eso habría que andar listos.

Y hablando de otra cosa y al hilo de lo que suponen las comunicaciones y las reivindicaciones —aunque muy silenciosas— de los municipios ninguneados del trazado Segovia-Madrid tampoco estaría de más que los parlamentarios segovianos (de todos los signos políticos) se preocuparan de que Segovia fuera incluida en el Plan de Cercanías de Renfe (no se si se llama así exactamente) conectándola de ese modo a los frecuentes y cómodos servicios del programa y sin que sirva tampoco de justificación, como se ha dicho muchas veces, que si ya tenemos el AVE para qué queremos la proximidad de la línea convencional. Pues miren: entre otras cosas primero para dar un servicio más a su alcance al medio rural del trazado de la sierra —La Losa, Ortigosa, Otero, El Espinar, San Rafael, etc—: descongestionar el transporte público colectivo por carretera (no hay más que darse una vuelta por el intercambiador de Moncloa como punto de destino y origen de la masa de usuarios y ver de cerca los problemas e incomodidades que representa para los usuarios el acceso a ese medio. Por tanto esa sí sería también una buena gestión política en vez de hablar tanto de Venezuela o del salario mínimo interprofesional. O de Cataluña. Que anda que…