back to top

Lo que encontró en la ciudad el Catastro de 1752

Todo comenzó cuando Cenón de Somodevilla, señor Marqués de la Ensenada, Secretario de Estado de Hacienda (ministro), a las órdenes de Fernando VI, hizo ver la necesidad de realizar el catastro (1) que aportaría a la Administración un conocimiento en profundidad de la estructura del territorio, del que carecía, llegando hasta las poblaciones, aldeas, granjas o despoblados más pequeños.

Era ‘por’ el año 1749 y las autoridades locales, ayudadas por peritos contestaron a un cuestionario impreso, el llamado Interrogatorio, publicado en Real Decreto de 10 de octubre, que constaba de 40 preguntas sobre el nombre, límites, jurisdicción, fuentes de riqueza de los vecinos y el concejo, incluyendo campos, casas, cultivos, ganadería, comercio e industria, y número de contribuyentes.

Para ello trajeron a España –porque aquí no había quién-, un técnico francés que –constantemente comprobado-, no dio ‘pie con bola’ (2) y pese a la oposición del Rey de Francia (Luis XV), los del reino de aquí enviaron a París como becario durante nueve años al funcionario Tomás López, ‘para que a su vuelta ponga  en práctica lo aprendido’.

Y lo hizo. Y su buen trabajo dio vida al posterior Catastro, que afloró infinidad de conflictos de jurisdicción y límites entre localidades. Incluso permitió localizar poblaciones ¡esta sí que es buena! como la de Carrascosa del Tajo que, situada entre las provincias de Soria, Guadalajara y Cuenca, había conseguido no tributar en ninguna.

Al medio centenar de preguntas que el de La Ensenada formulaba, Segovia, a través de distintos ‘representes’ de las diferentes ‘capas’ de la sociedad, dieron las siguientes contestaciones. Dejando ‘clarividente’ que quien leyere ha de situarse en la Segovia de 1752:

Población: la ciudad contaba con 2.502 vecinos. Entre ellos había:

-350 viudas y 70 vecinos del estado noble, incluidas 5 viudas.

-Hay una casa de campo habitada; hay 1.961 casa habitables; 97 inhabitables, 80 arruinadas y 5 cocheras en uso.

-Hay 4 tabernas de vino bueno, de las que 3 son de vino tinto y 32 de vino ordinario.

-Hay 9 carnicerías, una abacería (3), 28 tiendas de aceite, jabón y vinagre; 25 panaderías y 12 mesones.

-Hay 9 hospitales; 150 clérigos (excluido el obispo, sus familiares y ayudantes), 12 dignidades, 27 canónigos, 7 racioneros, 18 medio racioneros; 15 capellanes; 13 del coro; 19 párrocos y 17 clérigos menores…

Expuesto sea ‘in resumiendo’, pues el capítulo es largo, larguísimo.

Para más conocer

Por ejemplo. Muestra de la antigüedad de la iglesia/parroquia de San Marcos (4), sepan que a ella pertenecen a efectos eclesiásticos la Vera-Cruz, El Parral, La Fuencisla y los Carmelitas, al igual que pertenecieron en el pasado las iglesias de San Gil, Santiago, la Ermita Pinilla y, probablemente, la de San Lázaro. Por cierto, a la Ermita de la Pinilla, construida en la huerta a la que daba nombre y situada unos metros antes del Puente Castellano, llegaban en romería anual los trabajadores que se ocupaban de lavar la lana. Una de las profesiones más duras de todo el proceso lanero. Se derribó en el año 1799.

Para saber (más/menos)

Ahora que nos llegan los ecos de los éxitos en Pala Corta de la tercera generación de los Baeza, de Vallelado, recuerdo con cierta exactitud –estaba allí-, cuando en noviembre de 1965 se disputó en el frontón, descubierto aún, del polideportivo del Frente de Juventudes (después ‘Enrique Serichol’), el Campeonato Nacional de Pelota, donde participaron 52 jugadores, repartidos en las modalidades de mano y pala corta, dentro de la 2ª categoría nacional. Con una peculiaridad, el frontis aún no era de mampostería, eso llego años después, lo que perjudicó ¡y de qué forma! el desarrollo del juego. Las deficiencias del citado frontis eran tantas que la pelota al rebotar en él salía para cualquier sitio, por lo que los manomanistas tenían muchísimas dificultades para devolver. Luego, cuando se cubrió la instalación y el frontis se construyó piedra a piedra, se convirtió –me lo comentaba el grandísimo jugador de Vallelado, ya fallecido, Luis Baeza Fraile-, ‘en el mejor de España’.

Por aquellos tiempos había en Segovia dos clubes del definido deporte, El Semillero y Atano III, que junto con la gran labor que desarrolló Eulalio Moreno Luengo, presidente durante largos años de la Federación, hicieron que el juego de pelota tuviera un espectacular desarrollo en Segovia.

Campanas mayores

El Estado, a través del Ministerio de la Guerra, ‘cedió’ las cinco campanas del Convento de San Francisco de la ciudad a la comunidad de Carmelitas Descalzos de la Fuencisla, siglo XIX. Estos colocaron tres de ellas en el reloj público de dos esferas, instalado en uno de los principales cuerpos del convento.

Las casas de lenocinio (5)

A comienzos del siglo XX existían en la capital las referidas casas. Estas se situaban en las calles Batanes, Cañuelos y Santa. En estos lugares no era anormal, más bien lo contrario, que un día sí y otro también se produjeran reyertas que unas veces acababan solo en voces y gritos y otras con algún herido/a trasladado a la Casa de Socorro, donde salía, a veces, con `rótulo’ de pronóstico reservado.

Plaza Mayor desde 1461

Se lo cuento. El nombre de la Plaza Mayor de la ciudad se conoce desde el referido año. Hasta entonces se conocía como Plaza de San Miguel. El nombre se le dio una vez desaparecidas las plazuelas del referido San Miguel y las del Trigo, la Mayor y la Chica. Todas en la zona referida, por cierto.

_________

(1)Censo y padrón estadístico de las fincas rústicas y urbanas (RAE).

(2) No acertar, equivocarse continuamente.

(3) Puesto, tienda o almacén donde se venden al por menor aceite, vinagre, aguardiente, bacalao, legumbres, pescado mojado…,

(4)San Marcos estuvo, durante un tiempo, anexionado a la parroquia de Santa Bárbara- San Miguel,

(4)Acción de alcahuetear y sus sinónimos de prostitución, proxenetismo…

Y ADEMÁS...
NOTICIAS

El autócrata del siglo XXI

En todo el mundo las sociedades libres se enfrentan a un enemigo nuevo e implacable, derivado del ejercicio del poder. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, quienes detentaron lo acaparaban en su propio beneficio y lo transmitían  a sus hijos para fundar dinastías basadas en la sangre y el privilegio, con escasa consideración a la población. Sin embargo, a partir de las revoluciones estadounidense y francesa de finales del siglo XVIII

Mi judería

Igual que a mi pueblo y a mis gabarreros los cito en posesivo, al nuevo barrio de Segovia que ahora me acoge, en el otoño de mis días, también: mi Judería. No porque sea mía, sino porque yo ya soy de ella, por espacio y sentimiento.

Los Jerónimos de El Parral

Me gusta con frecuencia pasar un ratillo entre las apretadas y pobladas estanterías de mi pequeña biblioteca, y ello porque, además de servir de distracción, también me vale para en ocasiones encontrar algún libro que tenía olvidado o colocado en lugar indebido.

Todo bien

Venga. Vamos. Nos vemos. Te llamo. Cuídate. ¿Todo bien? Qué duda cabe. Tan bien o mejor que hola, qué tal, nada. Si fuiste alumno mío te acordarás de la primera lección: “Debo dar los buenos días.”