
Libertad. La frase la describe la RAE como ‘Facultad natural que tienen (las personas), para obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos’.
Ya, bueno, pero ¿ser libre y sentirse libre es lo mismo? Ya, ya sé que me dirán que estoy filosofando, por más que no pretendía acercarme a ello, pero como me hice la pregunta busqué y encontré esto: ‘yo puedo tener la libertad de hacer una serie de acciones, pero solo seré libre si ejerzo esa libertad en beneficio de mi plenitud personal’.
Ahí quería llegar. Cierto es que la libertad, ser libre, sentirse libre lo puede encontrar cada cual en un momento determinado. Aquí y ahora lo aplico, por el lugar y sección del periódico donde se inserta, a la sensación de libertad que siento en cada uno de los momentos en los que salgo, o salimos, a ‘estirar las piernas’, a encontrarme con la naturaleza; en el caminar por uno u otro sendero; encontrarme, o no, con otras personas… En ese discurrir no solo me siento bien, también libre. A mi manera. Dentro de mi forma de ser y entender ‘ejerzo’ mi libertad.
Hay, lo sé, muchas formas de sentirse libre. Pero a mí me atrae sobremanera cuando puedo mover las piernas al ritmo que ellas me lo permiten. No ponerme límites. Mejor, me digo, hasta que ‘el cuerpo aguante’. Puede que para otros el sentido de libertad le lleve a jugar un partido de pádel, encontrarse con amigos para derribar bolos, participar de una tertulia… será libre si en cada una de las actividades se siente bien.
“La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás facultades”. Frase atribuida al filósofo prusiano Immanuel Kant.
Pues eso.