La propaganda socialista

La propaganda es la esencia de un Gobierno socialista. No hay socialismo sin propaganda. Distraer la atención de los ciudadanos es lo esencial. Y lo es, porque el éxito socialista depende de que la gente les juzgue por lo que dicen y no por lo que hacen o por lo que son. Pretenden en definitiva, que se les juzgue por sus intenciones no por sus resultados.

En estos 4 años y tres meses de gobierno socialista y ante una gravísima crisis económica y social en la que nos encontramos, su prioridad no es enfrentarse a la realidad; su prioridad es crear una realidad paralela. Una realidad que se esfuerzan en remplazar, propaganda en mano, en la conciencia de los españoles. Se les llena la boca hablando de la “gente”, pero se les olvida hablar de las personas. Las “gentes” son un concepto abstracto para Sánchez y su gobierno. Las gentes para el PSOE no tienen nombre y por ello son incapaces de responder a las personas y explicar a una familia que sus gastos en este inicio de curso por la vuelta al cole son un 10 % más por cada hijo y decirles que a Sánchez, como medida estrella para ahorrar energía, lo mejor que se le ocurre es quitarse la corbata.

O explicarle a una persona pensionista o a una familia integrada por personas, cuya cesta de la compra les ha subido un 15 % de media (567€ más en una familia de dos hijos) y 1.400€ más al año por la hipoteca, que la respuesta de Sánchez es que los banco y las eléctricas son oscuros poderes fácticos a los que hay que subir los impuestos.

O qué decir a todas las personas, familias, jubilados, pequeños empresarios y autónomos a los que en la factura de la luz o del gas se les prometió un “tope”, están recibiendo una factura que dice en una de sus líneas “cargos normativos”, y se les añade un 50 % o más del importe a pagar. Y ¿qué ha hecho Sánchez?, irse a nueva York a decir que quiere presidir la Internacional Socialista y hacerse una foto con Bill Gates y donar 130M€ al fondo Global para la agenda 2030, pero eso sí, pagado por todos nosotros.

Hace unas semanas Sánchez se jactaba de que la recaudación tributaria iba como un tiro y había aumentado en 22.800M€ con respecto a lo que se tenía previsto. Se alegraba de que las personas, las familias, los pensionistas, los autónomos, paguen más impuestos para luego repartir él dadivosamente. ¿Somos los españoles para Sánchez y los socialistas algo más que limones para que se nos siga exprimiendo hasta la última gota?

En 2020 dijeron que el impacto del coronavirus sería poco significativo en nuestras vidas. En 2021 que recuperaríamos los niveles prepandemia antes de finalizar el 2021. Estamos a finales de 2022 y aún no la hemos recuperado. En noviembre de 2021 que la inflación sería transitoria hasta la primavera del 2022. Estamos en otoño y tenemos una inflación del 9% y tanto error no es casualidad, es estrategia, la estrategia de quien miente con el único objetivo de distraer a las personas y no sean conscientes de su realidad.

El Gobierno en el último año ha doblado su presupuesto dedicado a la propaganda hasta los 158M€, porque cada vez les cuesta más tapar sus engaños. Del socialismo se sale pero para ello hay que destapar sus mentiras.

Termino con las palabras del Presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España el pasado miércoles, presentando a Feijóo ante los directivos de las compañías a americanas con presencia en España, “Todos te ven como la esperanza. Tienes una trayectoria impecable como gestor. Necesitamos a políticos con capacidad de gestión, que tengan cintura política, que lleguen a consensos y que no mientan a la gente; la situación es muy grave, pero también de esperanza”.