La noche del 4M

Este martes en Madrid los lemas se convierten en votos, por la noche en escaños y días después en Gobierno. Transustanciación democrática. Acaba esta odiosa campaña de odio antifascista y anticomunista. Queriendo ganar la guerra de nuestros padres perdimos la paz de nuestros hijos. Nos quedará un capítulo, el de las reacciones, el último baile de máscaras que caen o se intercambian. Perturbador, pero útil porque esa noche descubre las estrategias del día después.

«Los que buscan poder siempre piden libertad»

Ganará Ayuso, doblando sus resultados, pero lejos de la absoluta. La libertad es mucho más que elegir el colegio, la hora de comprar o los bares abiertos, pero eso también es libertad. Los que buscan poder siempre piden libertad. No hay balas ni navajas con más impacto emocional que llevar a tu madre a vacunar al Zendal. Ayuso será la némesis de Sánchez esa noche y será Casado el mes siguiente, justo hasta el momento en que Casado decida convertirse en Ayuso confundiendo España con Madrid.

Necesitará a Vox, que facilitará el gobierno. La victoria de Monasterio era la derrota de Iglesias y eso pasa por no forzar una repetición electoral como sí hizo el líder de Podemos. Vox exhibirá desafiante su trofeo y pedirá su recompensa.

Iglesias consolidará su relato victimista. La culpa nunca es suya, es de la falta de democracia en España y de izquierda en el PSOE. El año que viene estará en la tele haciendo de falso notario de la verdadera izquierda. Mónica García le doblará en escaños y solo porque era la única que quería estar donde estaba. Ciudadanos implosionará porque las peleas callejeras no necesitan árbitro y seguirán diciendo que son más necesarios que nunca.

«El martes hablarán de un cordón sanitario al Madrid de las derechas para que España no se contagie»

El bueno de Gabilondo descansará después de haberse dejado la estrategia y unos escaños dando volantazos tratando de huir o seguir a Iglesias. Cuando Moncloa se acerca al PSM, este se aleja de la Puerta del Sol. Parte del PSOE confundió hace tiempo Madrid con el PP y lo abandonó. El martes hablarán de un cordón sanitario al Madrid de las derechas para que España no se contagie.

Algunos se empeñarán en convertir unos resultados autonómicos en un plebiscito nacional contra Sánchez. Tendrá que ser Europa en el otoño quien encienda la luz del cuarto de la política infantil y desmonte la mentira apocalíptica de un país fallido y violento y nos sugiera ponernos a ser competitivos sin perder empleo y protección social. El populismo huye de la luz porque la noche nos iguala, pero la verdad es que los extremistas en sus diferentes versiones ya han estado en las instituciones y la ley, el progreso y la democracia han sido más fuertes que ellos.