La célebre frase “Que tu alimento sea tu medicina” de Hipócrates, el padre de la medicina moderna, es una verdad muy asentada científicamente y subraya la importancia de cuidar la alimentación como mejor camino hacia una vida saludable.
En Segovia, al final de la pasada legislatura se inició, tímidamente, el proceso de recoger selectivamente la materia orgánica colocando contenedores para tal fin en algunos barrios. La actual corporación lo ha extendido por toda la ciudad. Antes de valorar críticamente cómo se está llevando a cabo, convendría responder a una pregunta: ¿por qué es importante separar correctamente la materia orgánica? Y para responderla, es necesario entender la relación que existe entre el compostaje, la salud del suelo y nuestra propia salud.
El ciclo de los oligoelementos: del suelo a nuestro cuerpo
Nuestro cuerpo necesita una variedad de elementos químicos que, aunque en pequeñas cantidades le permiten realizar correctamente las múltiples funciones vitales. Son los llamados oligoelementos, como el hierro, el zinc, el magnesio, el selenio, el manganeso y… más. Son esenciales para procesos biológicos tan importantes como la producción de energía, la formación de huesos y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Ana María Lajusticia, experta en nutrición y autora de varios libros sobre la importancia del magnesio, destaca que una deficiencia en estos elementos puede llevar a problemas de salud significativos, como la fatiga crónica, la osteoporosis y trastornos nerviosos. Cada vez más se está extendiendo la (mala) práctica de corregir su ausencia en nuestra dieta con el consumo de ‘complementos nutritivos’.
Pero, ¿de dónde provienen estos oligoelementos? Cómo garantizar que los suministramos con lo que comemos? La respuesta está en el suelo. Los cultivos que consumimos absorben estos nutrientes del suelo en el que crecen. Un suelo fértil, enriquecido con compost, es rico en los oligoelementos necesarios para que las plantas se desarrollen de manera saludable. Por lo tanto, al utilizar compost, hecho a partir de materia orgánica reciclada, no solo estamos cuidando el medio ambiente, sino que también estamos garantizando que los alimentos que llegan a nuestra mesa sean ricos en nutrientes esenciales.
La calidad de los productos que comemos viene determinada por la del suelo en el que crecen. Por eso el uso agrícola de suelos abonados sólo con los abonos químicos, que proporcionan casi en exclusiva nitrógeno, fósforo y potasio, y que son cada año más pobres en los oligoelementos citados llevan a nuestra mesa alimentos ‘no nutritivos’.
El papel de los microorganismos: un ecosistema en equilibrio
Los microorganismos, tanto en el suelo como en nuestro intestino, desempeñan un papel crucial en nuestra salud y en la fertilidad del suelo. Hiromi Shinya, renombrado médico gastroenterólogo japonés y autor del libro “La enzima prodigiosa”, explica que una flora intestinal equilibrada es esencial para la digestión y la absorción de nutrientes. Del mismo modo, los microorganismos presentes en un suelo fértil, como los que se encuentran en el compost, descomponen la materia orgánica, liberando nutrientes que las plantas pueden absorber.
El error de los contenedores en Segovia: un obstáculo para el compostaje
En Segovia, la introducción de contenedores para la recogida de materia orgánica para elaborar luego compost con el que abonar campos de cultivo es una medida largamente esperada por el beneficio que supone, como ya se ha explicado, pero su puesta en práctica es lamentablemente muy desacertada. La coexistencia de contenedores para “ORGÁNICA Y RESTO” junto a otros para “ORGÁNICA”, genera confusión y afecta negativamente a la cantidad y a la calidad del compost que pueda producirse y anula la correcta iniciativa.
Reciclando ya papel/cartón, plásticos y vidrio, la basura a reciclar es muy mayoritariamente ORGÁNICA. El RESTO, de residuos difícilmente clasificables, es muy escaso. En cambio el ayuntamiento coloca en cada punto de recogida 3, 4 y hasta 5 contenedores para ORGÁNICA Y RESTO, por 1 contenedor en exclusiva de ORGÁNICA. Está claro: se está invitando a los ciudadanos a hacer las cosas mal: mezclar en sus bolsas la orgánica con ‘restos’ y echarlo en contenedores de ‘ORGÁNICA Y RESTO’. Y esa materia orgánica ‘mezclada’ no vale o es de difícil tratamiento.
Para hacer eficaz este proceso de recogida de orgánica sería necesario
-una información clara a los ciudadanos de las bondades que acarrea la recogida selectiva de materia orgánica y su transformación en compost para el abonado.
-presentar contenedores diferenciados en cada punto de recogida: varios contenedores de ‘ORGÁNICA’ por un lado y un contendor de ‘RESTO’ por otro.
-facilitar primero y exigir después el uso de bolsas reciclables para echar la materia orgánica que generamos.
Insisto: La iniciativa municipal es loable, pero muy poco efectiva. Así no sirve ‘pa na’.