
Federico G. Bordese
¿Cuanto amáis la historia de vuestro país? Han pasado siglos desde aquél incendio del mes de octubre (otros dicen el 5 de noviembre) de 1686 y -según escribe Antonio Ponz en 1781- Carlos II lo vió arder mientras se hallaba a una legua del palacio, quemándose todo el lado Poniente.
Tras el incendio, el nuevo rey Felipe V seguirá visitando el palacio y hará muchas reparaciones pero su entusiasmo por el sitio, no era lo esperado pues prefirió hacer otro edificio en La Granja. Por ello, el cambio de dinastía hará que el sitio real de Valsaín vaya quedando en el olvido.
Situada a dos legua de Segovia y a media legua el S. Idelfonso; lugar en donde los romanos llamaron Vallis Sabinorum y los árabes Valle Abbel. Y en 1123 (expulsados los moros de esa parte) se la llamó Valie de Amelo, posteriormente Valsabin, hoy Valsaín. Fue un sitio de caza frecuentado por los reyes como Enrique III, IV y Carlos I de España; el joven Felipe también lo haría pero quedaría encantado por el lugar, comenzando las tareas de recolectar información y obtener materiales para el nuevo palacio; aquellas cartas nos remontan al año de 1550, tardando al menos cuatro años más para dar comienzo la construcción.
Terminadas las obras, “Hallábase el rey en el bosque de Segovia, gozando de lo que en su palacio de Valsain aumentó en edificio, fuentes y jardines, y pasando el estío regaladamente.” (Luis Cabrera de Córdoba, Tomo 1, año de 1876) Su arquitecto fue Gaspar de la Vega, maestro de obras quien trazó y dirigió las obras; también su tío Luis de la Vega quien primeramente trazó los planos y eligió a su sobrino como como maestro de obras, luego el Príncipe Felipe lo designa formalmente; Luis cansado, le llegaría la muerte en 1562 y Gaspar haría cambios y se encargaría de las obras. Aunque, con el pasar de las décadas, otros maestros trabajaron realizando mejoras, ensanchamiento del palacio o jardines y así.
El Palacio Real de Valsaín, fue el sitio utilizado por los reyes en los meses de verano y otoño como un lugar de cacería y descanso aunque Felipe II también lo usó como residencia de trabajo, pues solía trabajar mucho y a altas horas de la noche; muchos de sus secretarios no pudieron seguirle el ritmo, en aquel sitio se redactó una Real Provisión de gran transición que fueron despachadas a las Indias (América), como las ordenanzas del 13 de julio de 1573 para una mejor fundación de ciudades en el nuevo mundo. Incluso -en la alcoba real- nació una niña llamada Isabel Clara Eugenia, un lunes a las dos horas pasadas la medianoche; su madre era doña Isabel de Valois.
El “Escorial del bosque de Segovia”, exclama (todas las noches) con hondos suspiros su pronta recuperación; es que hay suficientes documentos para una restauración íntegra; Imagine usted el mucho bien que haríamos, pues fomentaría el turismo cultural internacionalmente, creando fuentes de trabajo y popularizando la zona porque posee otros sitios turístico como el Sendero de los Reales Sitios y mucho más. Y aquellas urbes también se verían beneficiadas económicamente por su atractivo, en tanto el palacio podría funcionar como un museo y otras dependencias. Por supuesto que la restauración total, supondría un gran gasto de dinero pero -en quince años- recuperamos lo invertido y seguiría produciendo ingresos económicos en los próximos 80 años.