
La Tuna de Magisterio de Segovia festeja su 50 aniversario con un ciclo de conciertos, el sábado 22 en Palazuelos de Eresma. Una de las áreas educativas en nuestras escuelas es la musical, para lo que hoy los claustros de los CEIP cuentan con la figura de maestro especialista en Música, como lo hay en la actividad física, en idioma extranjero, o en ciencias o letras, pasando del despectivo concepto de antaño de Música, ‘gimnasia’ y FEN como ‘las tres marías’.
Como síntoma del interés universitario por la música surgieron en España las simpáticas tunas, siendo las escuelas y facultades de grado de magisterio unas de las de mayor auge, hasta el punto de que hay una Asociación Nacional de Tunas de Magisterio, que cada año organiza en diversas ciudades culturales el Certamen Nacional de Tunas de Magisterio.
Las tunas cultivan la afición musical y conservan las tradiciones y la cultura popular o folclore que la UNESCO reconoció el 22 de agosto de 1960, quedando cada 22 de agosto como ‘Día Mundial del Folclor’.
En Segovia la popular y querida Tuna de Magisterio bien podía llamarse Tuna de los Nieto, pues fueron allá por el 1970 los tres hermanos Jesús, Francisco y Ángel los que dieron los primeros, firmes y definitivos pasos para que por las calles segovianas y de toda la ‘piel de toro’ se oigan serenatas y pasacalles con las pegadizas letras de ‘Clavelitos’, ‘Fonseca’, ‘La Aurora’, ‘Cielito lindo’, o el canto nacional ‘Viva España’.
La ya semi centenaria tuna segoviana formada por veteranos ‘abuelos’, decanos de varias promociones, y novatos que en equilibrado conjunto en sus numerosas actuaciones han cosechado diversos éxitos y reconocimientos, como ‘mejor tuna de España’, ‘mejor solista’, ‘mejor bandera’, ‘mejor pandereta’, o el cobrado por simpatía de ‘tuna más tuna’, dejando recuerdos de su buen hacer, su humor y simpatía por tierras de Ávila, Burgos, Cáceres, Castellón, Mallorca, Murcia, Palencia, Santander, Valladolid…
Los tunos segovianos, herederos de los ‘sopistas’ que pasaban la gorra para sufragar sus viajes a las respectivas universidades, vestidos a la usanza de los estudiantes del siglo XVII con sus capas llenas de tanto escudo de tanta ciudad visitada y con las cintas escritas con mensajes de amor y trocitos de corazón, tras medio siglo de exitosa existencia han llevado el nombre de Segovia por media España y seguirán completando su amable gira por el resto nacional, pues les queda ánimo, arte y alegría para dar y tomar.
Sirvan estas líneas de aplauso y ánimo para nuestros representantes tunos y de agradecimiento a los hermanos Nieto, con los que me une recíproco cariño, pues sus padres (Q.E.P.D.) Paco y Esmeralda fueron mis primeros tutores de prácticas de magisterio, Francisco fue alumno mío en el Campamento de la I.P.S en ‘El Robledo’, y seguimos manteniendo mutua admiración y afecto.
Jesús, Paco y Ángel, 50 abrazos por ese medio siglo de arte y alegría con los que habéis hecho que la Escuela del Magisterio, la universidad, hoy ‘María Zambrano’ y Segovia toda no “se queden tristes y solos, tristes y llorosos”…
¡Aupa la Tuna de Magisterio segoviana! Que siga muchos años la exitosa vida de la “’una de los Nieto’.