20.000 árboles se cortaron para construir la Siete Revueltas

Advertencia supina. ¿Escribí alguna vez, me pregunto, sobre lo que ‘padece’ el lector cuándo le ‘dan’ noticia que ya leyó en la ‘comida’ anterior? Pues sepa que en información/deformación política se ‘da’ mucho. Pero mucho.

Verbigracia: Si en el presente escrito encuentra alguna espina ‘duplicada’, sepa que no hay que ingerirla. La pasa por encima y sigue con el ‘pescao’.

Empiece (tono coloquial) o comienzo. Para llevar a efecto los trabajos (diseño) de la carretera Villalba-Segovia por el puerto de Navacerrada (decisión de Carlos III, ‘el cazador de Lobones’) fue necesaria la ¿destrucción? de una parte del Monte de Valsaín en la zona. Árboles (pinos y pimpollos) se cortaron en número de 19.823, en el paraje de las ‘Siete revueltas’, con el siguiente y descriptivo ‘plano’ de lugares de la corta y tala de pinos:

-4.694, Paraje ‘Arroyo del Retumbo’

-3.478, Alto del Puerto hasta el Arroyo de Navalasarañas,

-9.532, desde el lugar anterior hasta el Cerrillo de Martín Pascual.

-2.119, zona del Puente de Peña Agudilla.

De los referidos, 1.236 piezas de maderas, de todas clases, labradas por los hacheros de las talas fueron entregadas al aparejador de las obras del Real Sitio. Lo recaudado por ellas se destinó a las obras del nuevo horno de la fábrica de cristales y a la reedificación de la Casa de Canónigos, destruida el año antes por un incendio.

Mundo artillero

El Colegio de Artillería de Segovia, fundado en 1764 con el fin de formar militarmente a los hijos de la nobleza española, fue el resultado de la fusión de las Escuelas de Artillería de Cádiz y Barcelona. De forma ininterrumpida mantuvo su actividad hasta 1808. La Guerra de la Independencia obligó a su traslado a Palma de Mallorca (1808-1813). De vuelta a Segovia, el Colegio permanecería en este destino hasta 1823, año en que peregrinó a Badajoz. Finalmente volvió a su primitiva ubicación en 1839.Un importante incendio en 1862 motivó su traslado a su actual emplazamiento. Aspectos más y mejor conocidos de la historia de esta institución es su participación en la introducción de la química moderna en España, con el magnífico trabajo realizado por el químico francés Luis Proust, que enseñó esta materia en el Colegio entre 1792 y 1798.  En 1799, Proust marchó a Madrid para hacerse cargo de la cátedra de química tras la fusión del Colegio de Segovia, la de Escuela de Física, Química y Mineralogía y la del Laboratorio Real.

Ensanchar para crecer

Principios del siglo XIX. La Ciudad considera que debido al ‘flujo de tráfico en el binomio Plaza del Azoguejo-Perocota,–según matizaba el proyecto-,  dado lo angosto de la entrada a la citada calle (1) desde la Plaza del Azoguejo y el aumento que en ésta ha experimentado el tráfico, es indispensable dar mayor amplitud a esa importante vía, que es la obligada para el tránsito de carruajes a la Estación de Ferrocarril’.

El proyecto fue ejecutado, si bien se llevó a efecto con amplio retraso por las expropiaciones a realizar y el justiprecio de las mismas. Estas concretaban al detalle lo que había que derribar para el ensanche. Lo hacía con pelos y señales y fijando las cuantías a pagar. A saber.

  • Calle Perocota nº 1, titular, Maximiliano Fernández, precio  pagado 4.000 pesetas.
  • – C/ Perocota, 3, propietaria Maria de Andrés Baeza, cuantía a pagar, 6.920 Pesetas.
  • C/ Perocota, 5, José Herrero Rincón920 pesetas.
  • – Plaza del Azoguejo, nº 3, propietario Valentin Fernández486 pesetas.

La Ciudad pago él justiprecio.  Que no es lo mismo  del ‘yo te expropio y, como aplico mal la ley, tú me llevas al Juzgado y la Ciudad paga más por mala gestión’. Canción segoviana del siglo XXI.

Una ‘pillada’

Año 1907. Inspector provincial de educación que presenta factura para que se le abonen 151,60 pesetas, cantidad devengada, dice él, por visitas extraordinarias a varios pueblos de la provincia de Segovia. La Comisión le insta a que presente certificación donde figure la persona  o entidad que ordenó las visitas de inspección, ‘dado que la Junta de Instrucción Pública no encuentra ni motivo ni razón de los viajes’.

¡Qué bochorno, abuelita!

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  • Ahora, desde Plaza del Azoguejo hasta Glorieta Jardinillos de San Roque, es un todo de la Av. del Acueducto; antes Fernández Ladreda, ‘más antes’ los ‘trocitos’ de Plaza de El Carmen, San Clemente, Asunción…