Al albur de la tan manida transparencia de que hacen gala en el presente representantes de Instituciones, Corporaciones, colectivos, asociaciones,etc. en órden a la gestión y gobernabilidad deseada, no estaría de más —digo yo— que se hiciera una especie de consulta entre gente diversa tanto de Segovia como de fuera de nuestro entorno para evaluar el grado de conocimiento y aceptación que tiene para ellos el Museo “Esteban Vicente”, después de veinte años desde su inauguración con la asistencia precisamente del pintor tureganense, considerado con el tiempo como un destacado ejemplo del expresionismo abstracto americano.
“La calle” quiere hacer alusión a este foco de cultura segoviano pensando en que cuanta mayor claridad y transparencia lo cualifiquen mejor será. Queda en la mente las dificultades por las que atravesó hace tres años para su supervivencia. Y quedan también los esfuerzos entonces aplicados por las Instituciones que componían —y componen— la Fundación en la que goza de un papel importante la esposa del pintor Harriet. Otra cosa es que por causas no suficiente explicadas aquella vinculación (incluso realmente importante en cuanto a financiación para su funcionamiento) las relaciones quedasen un tanto distantes hasta llegar a la frialdad de retirar —se dijo— la aportación a que se comprometió si el funcionamiento no era el deseado.
Pero volviendo al tema de la gestión parecería cuando menos interesante que se conociera exactamente cuál es el presupuesto con que funciona anualmente el Museo y cuales son los capítulos en que se distribuyen los fondos. Recientemente la Fundación aprobaba un presupuesto para el 2.019 de más de 500.000 euros a los que habría que añadir la aportación la Fundación americana Vicente-Harriet y los consabidos sponsors, colaboraciones privadas,ingresos por entradas,,etc con que se podría llegar quizá al millón de euros. Cifra que no parece insustancial ni mucho menos si la comparamos, por ejemplo, con lo que tenia de presupuesto de funcionamiento la añorada “Casa del Siglo XV” (mucho,mucho,mucho menor de lo que estamos hablando para el museo segoviano) donde a pesar de todo pudimos ver colgada obra (con renovada periodicidad incluso) de los artistas más significados del arte en todas sus tendencias. Y desde luego con mayor renovación de autores que en el E.Vicente donde las exposiciones son poco renovadas o, como en la actualidad colgando la misma obra con la que se inauguró hace veinte años.
Llama la atención en este aspecto de los dineros las declaraciones de la directora del Museo Ana Doldán recordando que “prácticamente el presupuesto se destina a pagar gastos fijos, el personal, el edificio y la factura de la luz” aunque reconoce que para “el resto de las actividades que desarrolla el centro museístico como las exposiciones,las propuestas educativas,etc. hay que buscar financiación externa” (En este aspecto hay que recordar que prácticamente en todos los centros museísticos, esa financiación externa o sponsorización viene determinada por la gestión más o menos eficaz de sus gestores).
En definitiva lo que quiere decir hoy “La calle” es que se explique claramente la distribución del presupuesto de funcionamiento (que no parece escaso), cuál es la gestión que se hace desde el museo para la captación de colaboraciones privadas,etc. y si espera dotarlo de mayor pujanza en cuanto a visitas con la próxima exposición prevista de Esteban Vicente-José Guerrero que permanecerá colgada medio año por lo menos.