
Es Segovia una ciudad antigua; una antigua Comunidad de Ciudad y Tierra, para ser exactos. Su existencia se entronca en las raíces más profundas de la historia. Ello da una perspectiva especial sobre el tiempo y las cosas. Pero no debería ser explicación de los retrasos que sufren cada iniciativa que se tiene en la provincia; iniciativas, para ser precisos, encaminadas a cubrir las necesidades de los ciudadanos. Un ejemplo de ese exasperante dilatar de los procesos es lo que está ocurriendo con la segunda infraestructura hospitalaria.
Va a hacer un año que, tras la atroz primera ola en la provincia, las autoridades sanitarias, es decir, la Junta de Castilla y León, evidenciaran la necesidad de una nueva infraestructura hospitalaria en la provincia. Pareció callar las voces de quien lisa y llanamente reclamaba un nuevo hospital, entre ellos el Ayuntamiento de Segovia. Fue el presidente de la Junta quien se comprometió en este periódico con esta nuevo equipamiento que gozaría, según dijo, de un crédito presupuestario en el 2021. Después ratificó este compromiso ante la alcaldesa de la ciudad.
Ni siquiera se previó una dotación plurianual, señal inequívoca de que no se sabía todavía qué hacer
El caso es que un año después parece que solo unos pasitos minúsculos se hayan dado desde el punto de partida. Hoy informamos de una nueva reunión para final de mes de cara a avanzar en la instalación definitiva del equipamiento. Pero el rumbo sigue siendo incierto a medio plazo. Mal empezó 2021 cuando hubo que introducir vía enmienda una partida presupuestaria con un crédito de 150.000 euros. Ni siquiera se previó una dotación plurianual, señal inequívoca de que no se sabía todavía qué hacer.
La Junta de Castilla y León apostó por levantar el futuro complejo en los terrenos anexos al Centro Antonio Machado, propiedad de la administración autonómica. La afección del Decreto de Vistas Protegidas, asumido por el Peahis, y un cambio de uso urbanístico de la parcela, hizo que, sin dejar de ser la primera opción que maneja la Junta, el Ayuntamiento de Segovia introdujera como alternativa un terreno particular, propiedad de una conocida familia, en los aledaños del actual hospital. Pero el precio que la mencionada familia ha puesto sobre la mesa es desorbitado a juicio de la corporación municipal, que tampoco quiere emprender la vía de la expropiación, lo que alargaría el proceso y terminaría en el enésimo proceso judicial al que enfrentarse.
El ejecutivo regional sigue recordando que el ayuntamiento es quien tiene que aportar el terreno, y el municipio contesta que todavía no tiene un proyecto de la Junta que echarse a los ojos. Y, lo que ya ralla en lo insólito, el propio gobierno autónomo se va pasando la pelota entre servicios, estando como están implicados la delegación territorial pero, sobre todo, la dirección general de infraestructuras sanitarias. ¿Qué ha impedido, dado que existe dotación presupuestaria, realizar los primeros estudios de cotas, por si hay que profundizar en la parcela aledaña al Antonio Machado; diseñar las primeras simulaciones, emprender los primeros anteproyectos, los iniciales estudios urbanísticos? No se sabe o no se explica. Simplemente parece que se está a la espera de lo que hace el de enfrente. A este paso, los 150.000 euros consignados tienen abierto el camino para terminar en remanente presupuestario al final del ejercicio. Y el proyecto de infraestructura hospitalaria posee todas papeletas para convertirse en otro de los cuentos de nunca acabar tan conocidos en esta tierra.
Los que quieren seguir la huella de la presidenta Ayuso en Madrid deben también tener en cuenta en qué plazo se construyó un hospital como el Isabel Zendal
Es necesario que alguien sea el dueño de este proceso, y que se informe de manera periódica de qué pasos se están dando y quién los da. Los que quieren seguir la huella de la presidenta Ayuso en Madrid deben también tener en cuenta en qué plazo se construyó un hospital como el Isabel Zendal. Y comparar la situación con Segovia. Hay que incidir en que es una reclamación del ayuntamiento esta infraestructura hospitalaria y un compromiso del presidente de la Junta. Nosotros, como sociedad civil, solo podemos asumir la responsabilidad de recordar periódicamente el estado de la cuestión. E intentar que no se dejen para cuando azucen unas elecciones la cobertura de las necesidades de esta tierra.