
Hace unos días este periódico publicó que el Ayuntamiento de Segovia no ha cumplido su propio plan normativo. De las doce normas que recoge su herramienta programática para 2021 solo se han aprobado dos reglamentos y dos planes plurianuales; algunas de esas normas, como la Ordenanza Municipal de Circulación, lleva coleando al menos desde 2018. Triste es que una administración no cumpla con unos de sus principales programas de gobierno; y no se debe poner como excusa el no tener mayoría absoluta dentro del órgano rector municipal, a no ser que lo que se concibe como un activo en otras escalas de la administración, por ejemplo en el ejecutivo estatal y en su conveniencia de llegar a pactos aunque sea con grupos políticamente indeseables, no valga cuando se desciende a escala municipal. Es un déficit de gestión al que alguien deberá poner remedio, porque indica que las cosas más que haciéndose mal, no se están haciendo.
Claras son las consecuencias para un ciudadano que no cumple con sus obligaciones legales
Pero el asunto pasa de castaño oscuro cuando se refiere al presupuesto municipal para 2022. A fecha de hoy, 9 de enero, no se ha aprobado, lo cual no solo es una anomalía, que lo es, sino que además supone incumplir un precepto legal. No nos referimos a que una administración presente un presupuesto y se rechace por el pleno dentro de sus atribuciones –sea a escala municipal, provincial, regional o estatal- sino a que ni siquiera se haya presentado un documento, un proyecto, sobre el que realizar un análisis y aportar las alegaciones correspondientes. Para el primero de los casos la ley establece la prórroga inmediata de los presupuestos anteriores porque una administración no puede estar sin esta norma previsional. El segundo de los supuestos demuestra o una negligencia o una atonía en el cumplimiento de las obligaciones, que es lo verdaderamente criticable. Repetimos que no es un asunto baladí. El artículo 169 en su punto 2 del Texto Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales especifica bien a las claras que “La aprobación definitiva del presupuesto general por el Pleno de la corporación habrá de realizarse antes del día 31 de diciembre del año anterior al del ejercicio en que deba aplicarse”. Claras son las consecuencias para un ciudadano que no cumple con sus obligaciones legales, por ejemplo en el pago de las tasas o contribuciones especiales, ¿por qué una administración puede saltarse a la torera y sin sanción que valga una disposición legal?
No vale como pretexto el que todavía no se conozca la afección que el cambio en la normativa de plusvalías municipales va a tener sobre la estimación de ingresos. ¿No tienen ese mismo problema ciudades como Madrid o Zaragoza? ¿Por qué ambas han aprobado sus respectivas cuentas para el 2022 y la de Segovia ni siquiera tiene presentado un proyecto como tal?
Hace poco la alcaldesa se quejaba de cómo había recibido el Ayuntamiento de Segovia cuando tomó el mando
Si es evidente este incumplimiento, gravedad semejante puede suponer la no ejecución de los créditos presupuestarios que el documento recoge. Estamos a la espera de que se haga público el grado de ejecución del presupuesto del 2021, sobre todo en lo que se refiere a inversiones reales. Un grado de ejecución por debajo del 70% sería la señal inequívoca de que algo grave está pasando, y que debe resolverse con la mayor celeridad posible. Hace poco la alcaldesa se quejaba de cómo había recibido el Ayuntamiento de Segovia cuando tomó el mando. No sea cuestión de que cuando lo deje nos encontremos ante una corporación átona, sin orden ni concierto a nivel administrativo y político.
Este posible déficit de ejecución –en el caso de confirmarse- puede poner en duda la colaboración de Podemos en la futura tramitación de cualquier proyecto de cuentas, cuando estén preparadas, lo cual provocaría un impasse notable. Recorremos la mitad de legislatura y están pendientes algunas actuaciones que serán cofinanciadas con cargo a distintos programas europeos. No es la mejor tarjeta de presentación esta inestabilidad económica interna.