
De enorme interés resultó la celebración del foro ‘La digitalización, clave para el desarrollo económico y social’, que coorganizaron Telefónica y EL ADELANTADO ayer.
No solo por la categoría de los ponentes, sino también por las opiniones que él se vertieron. En las páginas de apertura de este periódico se recoge un análisis detallado de las distintas intervenciones y de las previsiones de futuro que tanto el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, como la directora general para la zona centro de la operadora, Marisa de Urquía, compartieron con los asistentes.
Bien harían las administraciones y las organizaciones empresariales en acentuar programas de formación
Hablar de Transformación Digital supone introducirse en un campo que va a resultar decisivo para la recuperación económica después de la bofetada que ha resultado la pandemia. Así lo ha manifestado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en la presentación de los resultados del tercer trimestre de la compañía. Así lo remarca también la Unión Europea cuando fija los dos pilares que van a sustentar los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: la economía verde y la digitalización. No solo va a afectar a las empresas, sino también a los ciudadanos. Es la nueva alfabetización; quien quede fuera de este tren se enfrenta con la marginación e incluso la exclusión. Bien harían las administraciones y las organizaciones empresariales en acentuar programas de formación que acerquen las posibilidades de los equipamientos digitales al mayor número de usuarios posibles. Hace unas semanas escribíamos desde estas páginas que ese sería un buen cometido a desarrollar en el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial de Segovia. Son importantes las infraestructuras tecnológicas, que comprenden los sistemas de información necesarios para poseer una gestión eficiente de los datos, pero de poco sirven si, por ejemplo en la empresa, no generan valor, no afectan al modelo de negocio y al sistema organizativo de las corporaciones. El bussines as usual ya no es una opción para la continuidad de los negocios.
Es nuestra particular industrialización
Más de sesenta de las cien empresas que mayor valor generan en la provincia se dedican al sector agroalimentario. La inmensa mayoría de ellas se ubica en la provincia. Es nuestra particular industrialización. Son empresas de alto contenido tecnológico y con procesos de gestión muy refinados —en ocasiones, lo exige la propia normativa sanitaria, en otros, los clientes—; no es de recibo que en algunas de ellas las comunicaciones sean deficientes o se haya quedado el cable a tres kilómetros. Estén en Vallelado, en Villacastín, en Cerezo de Arriba o en Mudrián. Estas empresas han realizado un esfuerzo por introducir nuevos procesos de gestión, que hay que reconocer, por lo que bien harían las administraciones en coadyuvar a operadoras como Telefónica en su esfuerzo por extender redes y servicios. El plan de la UE implica una oportunidad semejante a la que supusieron los fondos estructurales en los 90. Pero de poco sirve tener el cable en la puerta si los procedimientos burocráticos para construir una nave se eternizan o el suministro eléctrico no garantiza que el servicio sea ininterrumpido o no sufra oscilaciones de tensión.