EditoriaL – Por una posición clara sobre la nueva infraestructura sanitaria

Probablemente la consejera de Sanidad, Verónica Casado, tenga razones fundadas para rechazar el antiguo Policlínico como segunda dotación hospitalaria de la ciudad de Segovia. Probablemente una segunda y nueva infraestructura en los alrededores del Hospital General sea conveniente para generar sinergias y economías de escala que redunden en un sistema sanitario más efectivo.

Probablemente desde la Consejería de Sanidad se es muy consciente de las necesidades que tienen la capital y su provincia en términos sanitarios globales pero también en la atención de posibles pandemias por su cercanía a Madrid. Pero cuando los proyectos son desvelados a retazos, a veces sostenidos en un discurso deslavazado, incluyendo en el mismo argumento ampliaciones modulares y segunda entradas de Urgencias con lo que es una iniciativa mollar —ampliamente esperada por la ciudadanía segoviana—, lo que evidencia, sin probabilidad que valga, es que se hierra en la política de comunicación institucional y ciudadana. Que el proyecto esté en fase inicial y que sea necesario un estudio detallado indica una prudencia que tan buena compañera es de la acción de un Gobierno, pero que no es óbice para la construcción de un discurso claro en el que a la vez se hagan partícipes a los colectivos sociales y a las instituciones locales y provinciales.

La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, ha tenido la cintura política que le ha faltado a la consejera de Sanidad y al Gobierno regional. Luquero, más bregada en estas cuestiones, ha elevado la reclamación y ha involucrado al presidente de la Junta, Alfonso Mañueco. La alcaldesa se sabe respaldada por la declaración asumida por todos los grupos que conforman el Concejo segoviano.

El acuerdo ponía el acento en la rehabilitación del Policlínico pero también dejaba abierta, aunque de manera muy sutil, una segunda infraestructura que sirviera para paliar los déficits sanitarios actuales, que, por cierto, es el único objetivo que debe presidir cualquier decisión sobre la cuestión. Obviamente, de lo que se alejaba la declaración unánime es de la simple ampliación del Hospital General, que pareciera a priori una medida insuficiente en relación con las necesidades presentes y futuras.

El Gobierno de coalición regional está haciendo gala hasta el momento de una unidad y serenidad digna de tener en cuenta. Pocos peros pueden ponérsele a la gestión de la pandemia. Lo mismo puede decirse del primer partido de la oposición, el PSOE, que no solo ha evitado entrar en la confrontación agria sino que además ha contribuido de manera evidente a un pacto global por la reconstrucción regional post crisis. Pero entre algunos dirigentes populares ya se denota cierta inquietud por la bisoñez comunicativa de la Consejería de Sanidad. Enriquecería el debate que el partido más representativo a escala provincial y que ostenta la presidencia de la Junta se sumara más pronto que tarde con una postura que despejara las dudas que hasta ahora siguen sobrevolando sobre un proyecto capital para Segovia.