
Señora directora:
Un laico cristiano comprometido es y se siente colaborador de la Iglesia, es y se siente Iglesia. Algunos autores de catedrales, iglesias y monasterios pueden considerarse tales. Y las obras de la Iglesia alcanzan, además de la construcción en piedra, ladrillo o adobe, otras muchas facetas vitales.
Pues bien, he tenido la suerte de inaugurar al menos dos de las estupendas obras dirigidas por este querido arquitecto técnico segoviano: el complejo de la Editorial Edelvives en la calle Xaudaró en Madrid, y la Residencia Champagnat de hermanos mayores en Valladolid. En ellas he convivido aún sin haber concluido su edificación. Y puedo confirmar el buen gusto y la profesionalidad de José Antonio. Ambas responden a necesidades complejas, resueltas con inteligencia, sobriedad y originalidad.
José Antonio se incorpora al colegio Ntra. Sra. de la Fuencisla como alumno a finales de los años cuarenta. Tras sus estudios universitarios se lanza a la tarea de constructor, empresario y asesor.
Pero no pierde el contacto amistoso con sus educadores e interviene en muchas de las edificaciones colegiales (Valladolid, Palencia, Ávila, y especialmente en El Pinarillo de Segovia).
Por eso la institución marista, le brinda graciosamente su afiliación a la obra de la Provincia marista Compostela. Una eucaristía en la capilla del colegio segoviano, presidida por D. Juan Cruz y con la presencia de medio centenar de Hermanos de Champagnat y familiares, testimonió el agradecimiento por tan asidua dedicación y actitud de cooperación cristiana y marista.
La rúbrica de esta recepción fraterna tuvo lugar en un típico restaurante de Segovia con obsequios y expresiones de cariño y reconocimiento. José Antonio se ha hecho singular acreedor a ser acogido como integrante laico de la familia marista. Ad multos annos, frater.
José MARÍA Corral Caballero