Le quedaba a este repetitivo San Isidro la baza de algunos toreros con mucho por decir. Uno de ellos era el sevillano Borja Jiménez, que cortó una oreja e incluso el premio pudo ser mayor. Se encontró con un torrente de bravura y casta, de nombre ‘Experto’ y de la ganadería de Santiago Domecq, un toro al que siguió en comportamiento ‘Tejonero’, otro bravo ejemplar, aunque en un punto menor, y que correspondió a un Alejandro Talavante que se marchó sin el triunfo y sin la oreja de cada día. Completó la terna José Ignacio Uceda Leal, en una tarde muy completa cargada de clasicismo.
18 tardes tuvieron que pasar para que llegara uno de los triunfadores de la pasada temporada. Jiménez cumplió su primera cita en San Isidro con un ejemplar de seria estampa, con dos guadañas por pitones. Ofensivo de cuerna. Un toro que tuvo clase, humillación, fijeza y transmisión en los engaños del sevillano, que formó un vibrante lío en el inicio de muleta. Muy entregado, combinó pases a pierna genuflexa y de rodillas con emoción. Tuvo casta, repetición y codicia el eejmplar de Santiago Domecq; lo que agitó la faena a la vez que por momentos impidió una pulcra colocación por parte del torero. Un torrente de bravura. Requería mando y dominio y ahí estuvo Jiménez, aunque un tanto impreciso por la exigencia del animal. El diestro de Espartinas, en una de las actuaciones que siempre espera el público venteño, pinchó a uno de los toros de la feria y paseó una oreja.
Buen tercio de varas el protagonizado por el último de la tarde de manos de Alberto Sandoval, en uno de los puyazos de la feria. Jiménez estuvo muy entregado ante un exigente y áspero toro. Embraguetado y enrazado, el sevillano se colocó de frente y de verdad para firmar otra actuación importante. En esta ocasión, no hubo trofeo.
DÍA SIN PREMIO
Tercer compromiso de Talavante en su particular San Isidro de ‘oreja en oreja’. Tomó parte en segundo lugar con un toro abierto de cara, bajo y de buenas hechuras, que fue picado con medida. Tenía humillación, pero se quedaba corto. Justo de raza no dio opción a lucimiento y Talvante apenas pudo justificarse.
Alto, ensillado y fino de hechuras fue el quinto, un toro con clase, humillación y nobleza. Otro animal bravo de Santiago Domecq. Planeaba en la muleta de un Talavante firme pero algo espeso. La faena quedó a medio romper, cuando la condición del toro era de triunfo gordo. Cerró con una inspirada tanda a pierna genuflexa y metió la mano con solvencia en un estoconazo. Tardó en caer y tuvo que hacer uso del descabello. La oreja, en este caso, no llegó.
CLASICISMO DE UCEDA LEAL
Abrió plaza un toro colorado, amplio de sienes, que enseñaba las puntas. Pese a no entregarse en el tercio de varas, tuvo movilidad, prontitud y condición en el buen hacer de Uceda Leal. Despacio, templado y sin prisas. El madrileño dio tiempo al astado y dejó pases de estética con un ejemplar con embroque, pero que salía sin remate. Estocada marca de la casa y ovación.
Después, sorteó el remiendo de Algarra, otro astado noble y manejable, aunque venido a menos, en una faena impregnada de clasicismo y toreo por bajo. Con gusto y relajo. Uceda Leal sumó una actuación con solera y reminiscencia a una tarde muy completa en su conjunto. Tras un pinchazo, volvió a ejecutar la suerte suprema con honor. Palmas de reconocimiento a un torero de Madrid.
Ficha
Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid). 19º festejo de la Feria de San Isidro. No hay billetes. Toros de Santiago Domecq, serios y bien presentados, entre los que destacaron el bravo y encastado tercero, ‘Experto’, y el bravo quinto, ‘Tejonero’, ambos aplaudidos en el arrastre; y Luis Algarra (cuarto).
Uceda Leal, ovación y palmas.
Alejandro Talavante, silencio y palmas (silencio).
Borja Jiménez, oreja (aviso) y saludos.
El banderillero Javier Ambel se desmonteró tras parear al quinto.