Carles Puigdemont durante su comparecencia desde Copenhague.
Carles Puigdemont durante su comparecencia desde Copenhague. / efe

El candidato de JxCat a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, afirmó ayer que trabaja para volver a España “sin riesgos” y debatir con los representantes del Parlament y las autoridades españolas. Puigdemont consideró que su posible regreso a Cataluña sería un primer paso para restaurar “la situación democrática”.

Tras reclamar respeto por los resultados electorales, subrayó que trabaja por estar en Cataluña para poder iniciar un debate con todos los representantes del Parlament y también con las autoridades españolas: “Deben reconocer la decisión del pueblo catalán en las urnas”.

“Una señal muy poderoso de este restablecimiento democrático sería que pudiera volver libremente a nuestro Parlament para escuchar a las otras partes, a los otros grupos para decir lo que quieran decir libremente”, sostuvo en rueda de prensa tras reunirse con diputados en el Parlamento danés.

Según Puigdemont, si ahora entrara en el Parlament sería detenido, una situación “que no sirve para resolver el conflicto”, por lo que llamó a todas las partes del conflicto, también al Gobierno central, a hacer todos los esfuerzos para buscar una salida a esta situación.

Como candidato a la presidencia de la Generalitat secundado por una mayoría de catalanes en las elecciones del 21 de diciembre, aseguró que su regreso a Barcelona será una buena noticia para el pueblo catalán y también “para los ciudadanos españoles y la democracia española”.

“Tendría que poder volver ahora mismo, si se respetaran los resultados de las elecciones”, afirmó.
También espera reunirse con el presidente del Parlament, Roger Torrent, un encuentro que está previsto que se produzca hoy en Bruselas, para explorar su posible regreso y “restablecer la situación democrática”.

Por otro lado, Puigdemont, tachó de “delirante” que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, no curse una euroorden de detención contra él argumentando que él quiere ser detenido.

Llarena descartó el lunes reactivar la orden europea de detención contra el expresidente catalán en Dinamarca porque consideraba que estaba provocando su detención para poder delegar su voto en la investidura.

El juez entendía que con el anuncio de su traslado de Bruselas a Copenhage y de que estaría en distintos puntos en dos días diferentes buscaba su detención, para que así pudiera delegar su voto como han hecho otros diputados encarcelados como Oriol Junqueras (ERC), Joaquim Forn y Jordi Sànchez (JxCat).

“Estoy sorprendido de la argumentación de un juez que dice que no detiene a un peligroso criminal porque este peligroso criminal quiere ser detenido. Es algo muy delirante”, dijo Puigdemont y además ironizó con que los criminales perseguidos por Europa también tienen que estar sorprendidos por el argumento.

Debilidad

Considera “débil” el discurso del juez y asegura que el único propósito de su viaje a Dinamarca era participar en un debate en la Universidad de Ciencias Políticas danesa ayer y la reunión de hoy con los diputados daneses.

Tras pedir volver a Cataluña sin consecuencias para llevar a cabo una “restauración democrática”, definió lo que entiende por democracia, en respuesta a los medios.

Igualmente, concretó que la democracia sin leyes no puede existir, pero tampoco sin participación: “Es un equilibrio permanente entre la voluntad popular, las decisiones de sus representantes y los cambios que un sistema democrático debe operar. No es una foto fija”.

Puigdemont también respondió implícitamente al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que ayer manifestó que están reforzando las fronteras para impedir la entrada del presidente cesado en Cataluña: “Vamos a procurar que no pueda entrar ni en el maletero de un coche”.

Finalmente, el candidato catalán aseguró “que nadie haga más especulación de la cuenta, como reforzar fronteras”, y concluyó subrayando que él habla de cómo respetar mejor la decisión democrática de los catalanes.