Prisiones concede el tercer grado a Uribetxeberria por «razones humanitarias»

Instituciones Penitenciarias impone una serie de condiciones al reo, como el alejamiento de las víctimas de sus delitos o el veto a participar en actos de enaltecimiento al terrorismo.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias otorgó ayer a Josu Uribetxeberria Bolinaga, secuestrador de Ortega Lara, el tercer grado penitenciario. El organismo explicó que decidió concedérselo por «razones humanitarias y pese a la entidad de sus delitos». Ahora, la palabra final sobre si se le da la libertad condicional o no depende del juez central de vigilancia, José Luis Castro, o en su defecto, del de guardia que le sustituya, que en este caso es Santiago Pedraz. Como estaba previsto, la resolución fue unánime. Además, el organismo dependiente del Ministerio del Interior pidió a la cárcel de Zaballa (donde se encontraba el enfermo) que remita el próximo lunes a la Audiencia Nacional el expediente sobre la idoneidad de otorgarle la libertad condicional, que le permitiría regresar a su domicilio.

Prisiones solicitó una serie de condiciones como el «alejamiento de las víctimas de sus delitos o de los familiares directos de éstas y la prohibición de participar de forma activa o pasiva en manifestaciones públicas de enaltecimiento o legitimación de la violencia, especialmente de la banda terrorista de ETA o hacer declaraciones de esta naturaleza, así como las que conlleven desprecio o desconsideración de las víctimas». También se le niega «ausentarse, sin previa autorización de la Administración Penitenciaria, de la localidad en la que fije su residencia».

La decisión del departamento que dirige Ángel Yuste adoptó esta determinación después de que el parte médico del centro sanitario pronosticase que el terrorista tiene un 90 por ciento de posibilidades de morir en el plazo de un año, dada su enfermedad terminal e irreversible. Por el momento, Josu Uribetxeberria, permanece «estable» según el último parte médico facilitado por el Hospital Donostia de San Sebastián, donde permanece ingresado desde el 1 de agosto.

El tercer grado penitenciario supone que el preso solo esté obligado a acudir a la cárcel para dormir, por lo que esta medida no va a variar sustancialmente la situación de Uribetxeberria Bolinaga, ingresado en la residencia por el cáncer que padece desde 2005 y que le ha producido metástasis.

Una vez aprobado, la situación del interno vuelve a depender de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa, que en esta ocasión deberá elaborar un propuesta sobre la idoneidad de otorgarle la libertad condicional que, de ser aprobada por el magistrado, supondría su definitivo traslado a casa.

Para ello, el juez Pedraz solicitó a la Clínica Forense que remita un informe para determinar si la excarcelación es necesaria o si, por el contrario, el reo puede ser atendido sin salir de la prisión.

A petición del fiscal Jesús Alonso, el titular de la Audiencia Nacional ordenó en una providencia que se realice un análisis sobre el estado de salud del etarra en el que detalle si «puede ser tratado adecuadamente en los servicios penitenciarios hospitalarios», al tiempo que reclamó que el penado sea examinado para evaluar «la evolución de la enfermedad, el pronóstico de la misma a corto-medio plazo y el lugar adecuado para el tratamiento de este tipo de dolencias».

Uribetxeberria fue condenado en junio de 1998 a 32 años de prisión como responsable del secuestro más largo de la historia de la banda criminal y que mantuvo encerrado en un zulo durante 532 días al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Además, cumple otros 177 años por asesinar a tres guardias civiles.

Mientas, ocho personas fueron arrestadas por desórdenes públicos en un acto de protesta por la situación del etarra, que se celebró a mediodía ante la sede del PP de San Sebastián y que no fue comunicado previamente al Gobierno vasco.