
La Ley de Restauración de la Naturaleza (LRN) se debate estos días en el Parlamento Europeo como una medida que pretende invertir la pérdida de biodiversidad rehabilitando las zonas terrestres y marítimas degradadas de Europa. Esta ley fue presentada por primera vez por la Comisión Europea en junio de 2022 como parte del Pacto Verde Europeo y la estrategia de biodiversidad 2030.
La votación definitiva de la norma está prevista para la sesión plenaria que el Parlamento Europeo celebrará entre los días 11 y 13 de julio próximos, coincidiendo con el periodo vacacional.
La ley, defendida a ultranza por el Gobierno de Pedro Sánchez, pone en situación de riesgo la supervivencia del sector primario español cuyos agricultores y ganaderos, individualmente u organizados, no dudan en denunciar esta “nueva agresión del lobby ultraclimático en connivencia con este Gobierno de coalición”
La legislación, a la que se hace referencia como la “primera ley continental integral de este tipo”, tiene como objetivo rehabilitar los hábitats y las especies que han sido degradados por la interferencia humana y el cambio climático. Según la Comisión, el 81% de los hábitats europeos se encuentran en mal estado, siendo las turberas, los pastizales y las dunas los más afectados.
La ley establece objetivos jurídicamente vinculantes en siete temas específicos, como las tierras de cultivo, los polinizadores, los ríos de curso libre y los ecosistemas marinos, que en conjunto deben cubrir al menos el 20% de la superficie terrestre y marina de la UE para 2030. El objetivo se elevó posteriormente al 30% para alinear el bloque con el histórico acuerdo alcanzado en diciembre pasado al término de la COP15 de Montreal.
De acuerdo con la legislación, se pedirá a los Estados miembros que elaboren planes a largo plazo sobre restauración de la naturaleza, en los que se expongan los proyectos e iniciativas que desean llevar a cabo para cumplir los objetivos generales. Entre las posibles acciones figuran la plantación de árboles, la apicultura, la rehumidificación de turberas desecadas y la ampliación de espacios verdes en zonas urbanas.
En el momento de su presentación, la Ley de Restauración de la Naturaleza fue bien recibida por las organizaciones ecologistas, que aplaudieron los objetivos jurídicamente vinculantes y su amplio alcance, pero provocó una importante reacción de agricultores, pescadores y silvicultores, que la calificaron de propuesta “mal pensada, poco realista e inaplicable”, destinada a tener “consecuencias devastadoras”.
En los últimos meses, el Partido Popular Europeo (PPE), de centro-derecha y la formación más numerosa del Parlamento, ha protagonizado una intensa campaña en contra la Ley de Restauración de la Naturaleza, que el grupo considera una amenaza directa a los medios de vida tradicionales de los agricultores, pescadores y gestores forestales europeos.
El PPE describe la ley como un caso de “buen diseño, malas intenciones” y afirma que sus objetivos jurídicamente vinculantes para rehabilitar zonas terrestres perturbarán las cadenas de suministro, disminuirán la producción de alimentos y aumentarán los precios para los consumidores de a pie. “No podemos firmar un cheque en blanco si una ley es defectuosa”, declararon desde el PPE el pasado martes, pidiendo una vez más su retirada total.
Primer no del parlamento europeo a la LRN
Tras pasar por una larga serie de enmiendas, el texto en su conjunto fue propuesto a votación a los 88 europarlamentarios que conforman la comisión de Medioambiente, recibiendo 44 votos a favor, 44 en contra y ninguna abstención, lo que significa que no ha obtenido, por un solo voto, la mayoría simple necesaria. Después de conocerse el resultado, en la sala se mezclaron los aplausos y los abucheos, reflejo de la división ideológica que suscita la ley.
Es la primera vez que la comisión parlamentaria de Medio Ambiente (ENVI) rechaza un elemento del Pacto Verde Europeo. Anteriormente, dos comisiones afiliadas, Agricultura (AGRI) y Pesca (PECH), ya habían tumbado el texto. Como resultado, la legislación se enviará para su votación en el pleno en su forma original, tal y como propuso la Comisión Europea, y con la recomendación por parte de la comisión parlamentaria de votar en contra. Los diputados aún podrán presentar enmiendas antes de la votación, prevista para la semana del 10 de julio.
el eurodiputado del psoe, césar luena, muestra su apoyo
César Luena (PSOE), ponente de la propuesta, explicó en rueda de prensa que “el titular es que vamos al pleno” y que la ley “no se acaba aquí”. Luena, por tanto, habla de que han parado “a la coalición de la derecha y la ultraderecha” en torno a esta medida. “Continúa la tramitación de la ley, que es lo que las derechas, con la complicidad del PPE de Weber, era lo que querían impedir”. Para el eurodiputado español la propuesta que tienen los conservadores es “negacionista” y pide no alargar el proceso: “Tenemos que discutirlo en el pleno de julio, es decir, ya”..
Para Luena es “trascendental” que el Consejo haya tomado posición. ¿Y ahora qué? Se pregunta. “Diálogo y negociación, y tiendo la mano especialmente al PPE”, añadió. “Weber ha decidido una estrategia, que es competir con la extrema derecha en sus marcos políticos. Eso fracasa siempre”, avisó el español al líder de los populares europeos en la Eurocámara. A la vez, Luena aseguró estar esperando “una reacción” de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, porque, asegura, “la primera ley de naturaleza de la UE no puede depender de una trifulca” dentro del PPE. Además, terminó pidiendo a sus oponentes políticos “que no se repitan mentiras” sobre esta norma. “Vuelvan al Pacto Verde Europeo, vuelvan al consenso científico y la negociación”, agregó Luena de cara a la próxima votación que previsiblemente tendrá lugar la semana del 10 de julio. n