María Ascensión López, la supuesta bebé robada que fue denunciada por una monja por un delito de calumnias tras denunciar su caso ante los medios de comunicación, aseguró este lunes en la vista oral que la religiosa “organizó” su adopción, aunque señaló que desconocía si llegó a cobrar o no por ello las 250.000 pesetas que sus padres adoptivos pagaron por los trámites en 1964.
La acusación siguió denunciando el perjuicio que la acusada, presidenta de la Asociación Bebés Robados de Almería, había creado a la monja, a la congregación de las Hermanas de la Caridad y a la asociación Nuevo Rumbo que también preside, por lo que ratificó su petición de 50.000 euros en concepto de responsabilidad civil así como que se le aplicase una condena de diez meses de multa a razón de 12 euros diarios.
La denunciada expresó durante su declaración sus dudas ante el expediente de adopción que figuraba en su caso y en el que aparecía la monja, quien a su vez era sobrina de su padre adoptivo, como una de las partes implicadas en el proceso. Asimismo, hizo alusión a declaraciones de sus progenitores en relación a su supuesta compra y las indicaciones que, según su versión, habría hecho la religiosa para facilitar el proceso. Con ello, señaló que sus declaraciones ante los medios de comunicación sobre la presunta participación de la monja estaban respaldadas en otras denuncias ante la Comisaría Nacional de Policía de Sevilla que, posteriormente, fueron archivadas.
La monja implicada en el caso, por su parte, negó durante su declaración como testigo que se llegara a pagar cantidad alguna por la adopción, que se realizó conforme “a la legalidad”. Todo fue gratuito, no hubo que pagar ni un céntimo. No se pagó nada de nada”, concluyó Dolores Baena, quien además aseguró que se estaba dañando su imagen por culpa de tales acusaciones.
