El líder de la mafia rusa declara que pagó dos viajes al exalcalde de CiU

El antiguo primer edil y diputado nacionalista, Xavier Crespo, reconoce que estuvo en Moscú con el jefe de la organización criminal, pero por motivos de trabajo municipal.

El presunto jefe de la mafia rusa en Lloret de Mar (Gerona), Andrei Petrov, admitió ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que sufragó dos viajes a Moscú realizados por exalcalde de la localidad y diputado de CiU Xavier Crespo y su familia. Posteriormente, y tras casi cuatro horas de declaraciones, el magistrado ordenó el ingreso en prisión provisional incondicional del imputado; de su cuñado y lugarteniente, Constantin Mischanin; y de la arquitecta Pilar Gimeno, por formar parte de una red que se dedicaba al blanqueo de capitales para la delincuencia rusa.

El magistrado imputa indiciariamente a Petrov los delitos pertenencia a organización criminal por sus relaciones con la mafia rusa, blanqueo de capitales en el seno de una organización criminal, falsedad en documento mercantil y cohecho. A Mischanini y Gimeno, que fue la única de los comparecientes que se negó a declarar, la Fiscalía Anticorrupción, les atribuye los delitos de blanqueo, falsedad documental y cohecho. Según la investigación, la arquitecta fue el vínculo con el Ayuntamiento de Lloret de Mar que permitió a Petrov comenzar a realizar sus negocios en la localidad.

En cuanto a la declaración del presunto cabecilla de la trama, según fuentes penitenciarias, el imputado reconoció que financió dos viajes de Crespo a Moscú, uno con su familia y otro que tenía como objetivo su participación en una feria de turismo que se desarrolló en la capital rusa.

Además, el líder de la organización admitió que esponsorizó al Club Hoquei Lloret cuando el Ayuntamiento le adjudicó el 35 por ciento de la gestión del centro comercial construido en la antigua plaza de toros de la localidad, que incluyó la creación de 400 plazas de garaje.

Asimismo, el juez de la Audiencia Nacional dejó en libertad al padre del presunto jefe de la mafia, Boris Petrov; al presidente del club de hockey de la localidad, Joan Perarnau; y a la responsable inmobiliaria Teresa Gimeno, a pesar de imputarles varios delitos por el blanqueo de alrededor de 56 millones de euros por parte de la organización criminal.

Por su parte, el excalcalde de Lloret de Mar y diputado de CiU en el Parlamento catalán, Xavier Crespo, reconoció que el empresario ahora detenido le pagó un viaje a Rusia, pero niega que hubiese recibido sobres con dinero o regalos.

«Viajé con él porque quería saber hasta qué punto su compañía tenía capacidad para hacer un proyecto en mi localidad», justificó el exregidor.

Asimismo, el político aseguró desconocer si la mafia está afincada en Lloret, pero negó que su entorno se haya beneficiado: «Mi entorno es mi mujer y mis hijos. Así que es mentira».

Artur Mas defiende a su compañero.- El presidente de la Generalitat, Artur Mas, subrayó ayer que se fía de su compañero Xavier Crespo, en su primera reacción tras la operación Clotilde contra el presunto blanqueo de capitales de la mafia rusa puesta en marcha el pasado viernes en Lloret de Mar. «El exalcalde sigue diciendo que todo es falso, y las corrupciones no existen hasta que se demuestran», defendió el mandatario, al tiempo que afirmó que se fía de Crespo, porque hace muchos años que lo conoce y que su palabra tiene valor.

Ante la petición de la oposición de un pacto anticorrupción en Cataluña, destacó que su Ejecutivo está absolutamente dispuesto a colaborar «en cualquier tipo de consenso sobre este tema» y a erradicar prácticas corruptas, pero pidió separar los casos reales de los que no lo son.

Asimismo, el líder del Parlamento regional agregó que, por muchas normas que existan para evitar estos casos, la actuación individual también es básica, de forma que siempre podrá darse alguna actuación irregular si hay gente deshonesta.